A la Tierra que nos vio nacer
Desde las altas montañas de la Tierra,
a los surcos de los fértiles valles,
corre la sangre de los ríos,
a los confines del mundo
donde se arrojan solos,
a los fondos marinos.
De la Tierra que pisamos.
a la energía que emana
nos sobrecogen,
nos impresionan y conmueven
los movimientos sísmicos
de origen telúrico.
A la gran masa
que brota desde el centro
de la tierra,
de donde emergen
airosas el amor y la vida,
cual magma volcánica.
Pisa tu suelo y besa tu frente.
Bebe de la lluvia
y ama la vida.
Al final ni tú … ni yo.
No solo tú … ni solo yo.
A nuestra mentira … y a nuestra verdad.
A la Tierra bendita de sur a norte
y de este a oeste.
A la Tierra de los seres vivos
que luchan por lo suyo.
A la Tierra que nos enseñó a amar.
A la Tierra que nos vio nacer
y al cielo que nos cobijó.
Desde el vientre de la Tierra,
a los surcos de los fértiles valles,
corre la sangre de los ríos,
que van arrastrando sus riquezas
Por el honor de la Tierra.
Pisa tu suelo y besa tu frente,
bebe de la lluvia
y ama la vida
y da gracias al Cielo.
A los árboles que nos sonríen.
A los amores que nos enamoran.
A la madre que nos parió.
A la Iglesia que nos bautizó.
Al Padre Eterno que nos bendijo.
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