El y ella
El era un triste y desolado
páramo, un desierto seco
y estéril que deambulaba
solo y triste y descorazonado
por las calles del desconcierto
pateando el silencio
perturbante y desequilibrante,
mas no era tanto lo que se pudiera soportar
ni el sufrimiento que se pudiera aguantar.
Ella era una hermosa flor perfumada
que vivía en su propia primavera
y que en una madrugada
al despertar de un noble sueño
invadió los sentidos con
su fragancia natural y personal
produciendo múltiples ensueños
Ellos se encontraron
y entre sueños y sonrisas
se encendió la luz que alumbró
sus amaneceres y que despertó
al dulce amor en medio
de los efluvios de la ternura
y de la desbordante pasión
que los deslumbró
y de las entrañables ilusiones
que los encandiló.
Autor: Antonio Encinas carranza
De: Lima, Perú
D. R.
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