Epigramas (Ernesto Cardenal)

Epigramas
Ernesto Cardenal

Te doy, Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña.
Los he escrito sencillos para que tú los entiendas.
Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan,
un día se divulgarán tal vez por toda Hispanoamérica…

Y si el amor que los dictó, tú también lo desprecias,
otras soñaran con este amor que no fue para ellas.
Y tal vez verás, Claudia, que estos poemas,
(escritos para conquistarte a ti despiertan
en otras parejas enamoradas que los lean
los besos que en ti no despertó el poeta.  

Cuídate, Claudia, cuando estés conmigo,
porque el gesto más leve, cualquier palabra un suspiro
de Claudia, el menor descuido,
tal vez un día lo examinen eruditos,
y este baile de Claudia se recuerde por siglos. 
Claudia ya te lo aviso. 

De estos cines, Claudia, de estas fiestas,
de estas carreras de caballos,
no quedará nada para la posteridad
sino los versos de Ernesto Cardenal para Claudia (si acaso)
y el nombre de Claudia que yo puse en esos versos
y los de mis rivales, si es que yo decido rescatarlos
del olvido, y los incluyo también en mis versos
para ridiculizarlos. 

Otros podrán ganar mucho dinero
pero yo he sacrificado ese dinero
por escribirte estos cantos a ti
o a otra que cantaré en vez de ti
o a nadie. 

Al perderte yo a ti, tu y yo hemos perdido:
yo porque tú eras lo que yo más amaba
y tú porque yo era el que más te amaba.
Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti
pero a ti no te amarán como te amaba yo. 

Muchachas que algún día leáis emocionadas estos versos
y soñéis con un poeta:
sabed que yo los hice para una como vosotras
y que fue en vano. 

Esa será mi venganza:
Que un día llegue a tus manos el libro de un poeta famoso
y leas estas líneas que el autor escribió para ti
y tú no lo sepas.  

Me contaron que estabas enamorada de otro
y entonces fui a mi cuarto
y escribí ese artículo contra el Gobierno
por el que estoy preso.  

Tú que estás orgullosa de mis versos
pero no porque yo los escribí
sino porque los inspiraste tú
y a pesar de que fueron contra ti: 
Tú pudiste inspirar mejores poesías.

Yo he repartido papeletas clandestinas,
gritando: ¡VIVA LA LIBERTAD! en plena calle
desafiando a los guardias armados.
Yo participé en la rebelión de abril:
pero palidezco cuando paso por tu casa
y tu sola mirada me hace temblar.




Ernesto Cardenal: 1925 - 2020, Nicaragua.

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