Si alguien llama a tu puerta
Gabriel García Márquez
Si alguien llama a tu puerta, amiga mía,
Y algo de tu sangre late y no reposa
En su tallo de agua, temblorosa,
La fuente es una liquida armonía.
Si alguien llama a tu puerta y todavía
Te sobra tiempo para ser hermosa
Y cabe todo abril en una rosa
Y por la rosa se desgarra el día.
Si alguien llama a tu puerta una mañana
Sonora de palomas y campanas
Y aun crees en el dolor de la poesía.
Si aùn la vida es verdad y el verso existe.
Si alguien llama a tu puerta y estas triste,
Abre, que es el amor, amiga mía.
Canción
Llueve en este poema
Llueve. La tarde es una
hoja de niebla. Llueve.
La tarde está mojada
de tu misma tristeza.
A veces viene el aire
con su canción. A veces…
Siento el alma apretada
contra tu voz ausente.
Llueve. Y estoy pensando
en ti. Y estoy soñando.
Nadie vendrá esta tarde
a mi dolor cerrado.
Nadie. Solo tu ausencia
que me duele en las horas.
Mañana tu presencia
regresará en la rosa.
Yo pienso —cae la lluvia—
nunca como las frutas.
Niña como las frutas,
grata como una fiesta
hoy esta atardeciendo
tu nombre en mi poema.
A veces viene el agua
a mirar la ventana
Y tú no estás
A veces te presiento cercana.
Humildemente vuelve
tu despedida triste.
Humildemente y todo
humilde: los jazmines
los rosales del huerto
y mi llanto en declive.
Oh, corazón ausente:
qué grande es ser humilde!
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