Los misterios de la noche
La noche es bella y fascinante,
tiene silencio y mucho misterio,
y a veces nos sorprende
con algunos pequeños ruidos.
Otras veces nos amedrenta
con un terrible estruendo
que rompe la paz y el sosiego,
otras veces es el canto
de alguna ave hechicera
que nos sobrecoge y espanta.
La noche es escrupulosamente triste
y algunas veces se llena
en horrores y elucubraciones.
Otras veces es un hoyo
inmenso, profundo y oscuro
lleno de enigmáticas reflexiones,
meditaciones espirituales
e incomprensiones sin soluciones
que duermen incomodas
bajo las intensas
sensaciones de soledad,
de indiferencia e incomprensión.
La noche es terrible y mortal.
y en su oscuro caminar
te puede arrastrar
y aventarte a un pozo insondable
lleno de sombras irreales
y tinieblas monstruosas
y te hará caer en el fondo
del foso fangoso
en medio de una vorágine
de crueles obsesiones.
Es la pesadilla del pusilánime,
del que nunca cree.
La intolerancia de la noche
nos arrastra hacia los absurdos
criterios de las falsas posturas
de las oscuras persepsiones
que convierten a la memoria
en referente de las penurias
y que al despertar obnubiladas
por la perversa aptitud de las almas
que mienten al pregonar la vigencia
de la violencia y de la mentira.
El silencio nos cuenta los horrores
de las nocturnas horas de la noche,
donde se sostienen los conceptos
marginales del sentir descarnado
de los momentos reales del día a día
y el despertar de los que sostienen
a los seres más conspicuos
de los ideales más vanos
que produce el perverso
mensajero de la maldad.
La noche esta llena de insomnios
y obsesiones que nunca desisten
de caras marcadas y antorchas
que nunca se apagan
ni con el soplo del viento
ni con la lluvia intermitente.
La noche está llena
de anhelos anormales
y momentos desesperados.
de tristes adeptos de la diosa
Nix: reina de la noche.
Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú.
D. R.
De: Lima, Perú.
D. R.