Réquiem a la soberbia y la arrogancia
Cuando descansa la mente
La idolatría duerme
Las ideas se adormecen
Al final, el vanidad se impone.
Caminamos por los senderos
De los pasos perdidos
Recorriendo los laberintos
De los problemas humanos.
De la razón a la traición
Y a la absurda obsesión
Solo queda un paso medio.
El medio paso hacia el infortunio.
La petulancia y la maldad
Produce inseguridad.
Oculta la verdad.
Florece la mezquindad.
El interés obsesivo
Del total descontrol,
Es producto de lo absurdo,
La ambición es su culto
Y la devoción su egoísmo.
Hay que marginar
A la hipocresía
Sin dar clemencia
Hasta que se pierda
La codicia de la soberbia
Y la angustia de los días.
La arrogancia y el coraje
Produce estímulos estresantes
Y muchas subjetividades.
Descontrol de los problemas
Emociones e intrigas.
Falta la humildad.
Para conciliar
Sin marginar
Al caminar por caminos
Zigzagueantes y tortuosos
Hay que ser inflexivo
Para mantener la cordura.
Para imponer la lógica.
Hay que ser tolerantes
Respetuosos
Y entregar amor
y enterrar el odio.
Hay que ser tolerantes
Respetuosos
Y entregar amor
y enterrar el odio.