Buscando una estrella

 Buscado la estrella

Yo no sé porque designios,
el destino caprichoso.

nos puso en el mismo camino.

Sin consultarnos … 
¡sin siquiera conocernos!

Todo fue inesperado, 
 porque …

yo no pensaba enamorarme.
Pero ... solo basto verte 

para romper mi realidad,
para creer que que estaba equivocado

y que habías caido del cielo

y que nuestros caminos 

iban a marchar juntos por la vida.

Desde el día aquel

el mundo cambió,

y decubrí que la Tierra era redonda
y ya no pude olvidarte.

Ese mismo día sucedió lo increible
y nació un inmenso amor por ti.

Y con ese amor tan hermoso

también nació la palabra te quiero.

Que nació sin compromisos

y nació para no morir.

Fue ese mismo día,

que poco a poco se fue formando

el te quiero que se purificó

en el crisol candente

de mis energías interiores.

Donde yo mismo forjé

entre sueños y sudores

la palabra … te quiero,

que grabé en mi pecho.

dheridas sedientas 

y sengrientas 

que marcaron el rumbo

por seguir y conseguir 

el beneficio de tu amor.

Hoy no se porque el destino 
desvió los caminos
y por sendas diferentes nos llevó. 
Implacable  y cruel es el destino.

Solo sé que siempre 
habrá un te quiero para ti

y nunca podrás evitarlo,

aunque nunca más estés junto mi.

Cuando ya no esté a tu lado
y algo te recuerde el pasado
solo mira al cielo 

 y encontrarás en una estrella lejana

un te quiero, que estuvo cercano,

que hoy es lejano

y que ya no podrás alcanzar …

Antonio Encinas Carranza

D. R,