Héroes de mil batallas
(A los padres luchadores)
que en mil batallas se enfrentaron
y en todas vencieron.
Fueron héroes que combatieron
y enfrentando muchos retos
todas las contiendas las ganaron.
En los caminos que transitaron
y en los días que vivieron
muchas lágrimas derramaron,
y su sudor y su sangre entregaron.
Cruzaron mares tormentosos.
Navegaron en ríos caudalosos.
Tumbaron muros con las manos.
Atravesaron descalzos los desiertos.
Atravesaron descalzos los desiertos.
En la lucha que enfrentaron
al tiempo amarraron,
a los rivales vencieron,
a los problemas superaron.
Pero les entregaron pocas medallas
Cuando merecieron recibirlas todas.
No eran doradas, ni tampoco plateadas,
Solo ellos saben que de honor estaban hechas.
No eran doradas, ni tampoco plateadas,
Solo ellos saben que de honor estaban hechas.
Con el tiempo los abandonaron.
Hoy solo les queda el recuerdo
de las preseas que ganaron.
Los muchos recuerdos quedaron
Donde se guardan los tiempos.
Orgullosos con la frente en alto.
Tu no sabes lo que bregaron.
Ni las montañas que escalaron.
Ni las montañas que escalaron.
En los años de los recuerdos
solo quedan para ellos
alguna pequeña ceremonia
o un agasajo solitario
para recordar lo que un día fueron
y lo mucho que entregaron.
Hoy deberían subir al podio
de los ganadores y triunfadores
y recibir los galardones
de los invencibles campeones.
Autor: Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R.
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