La paloma de la paz
Y allá va en su raudo
vuelo, lento y sosegado
la blanca paloma de la paz
con las alas quietas
y las patas en el piso,
llevando en su pico
una pequeña ramita
que arrancó de un olivo
dejándole el cuerpo herido,
y ahora en su vuelo va
esquivando los disparos
de los cazadores furtivos.