El juramento
Ella juró que nunca lo dejaría
que no lo abandonaría
ella tan solo le pedía
amor, sueños y alegría
y que cerca de el estaría
todo el tiempo que se podía,
que ella siempre insistiría.
Que cada noche y cada día
soñaba que con su amor triunfaría
llenando el mundo de sincronía
y no dejaría que la melancolía
apague a la frugal fantasía
para poder vivir en armonía.
El día se enardecía
rogando por las indulgencias.
Del Cielo surgieron melodías
que acompañaron a una elegía
que cubrío la Tierra con poesía
cuyas letras irradiaban mucha energía
sobre el amor que se tornó en algarabía.
El mundo miraba con picardía,
mientras que la esperanza se afligía,
sin embargo, ella luchó con valentía
por lograr el sueño que parecía una utopía.
En la absurda lejanía
murió la particular simpatía
mientras la noche se resentía
y vivía una fuerte agonía
dejando que el amor se convertiría
en una fatal herejía.
Autor: Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R.