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miércoles, 10 de marzo de 2021

Poema a los chismosos

  Los chismosos

La ventana de los chismosos

Curiosos y ansiosos.
Comiéndose las ansias.
Otean por las rendijas 
de las impúdicas persianas
que cubren a las deshonestas ventanas.

Los chismosos solos se invitan
y no le quepan dudas
que como las agitadas tempestades
se van sin que los boten
Pero regresan sin que los llamen. 

Son los primeros que se enteran.
Exageran todo lo que escuchan 
y lo cuentan sin temor 
agrandando la versión.

Y cuando ya tienen la primicia 
y ya están enterados, se van rapidito 
con el chisme calentito a contar la noticia.
Hay que ser el primerito. 

Observan y luego escuchan 
placenteramente y chismorrean
sin morderse la viperina lengua
 y sin quitarse el embozo los adjetivos borbotean.
es su antigua misión, morbosa y ambigua. 

Hablan en voz baja lo que no vieron,
solo cuentan lo que escucharon.
Lo que los vecinos estaban comentando
y muchas veces no entendieron.
Luego andan de metiches apostillando. 

Son dueños de sus curiosas miradas 
y patrones de los cuchicheos y susurros,
de los rumores y murmullos
y de sus razones ocultas.

Que fácilmente se traga la gente. 
que nunca han visto los remolinos
agitando las aguas de los ríos tranquilos.
Es la ley del "corre, ve y dile"  
Es el runrún de la calle.

Para soltar y propagar  
hay que ser el primero para no quedar mal.
Y como un aluvión en forma compulsiva 
Van de oreja en oreja, 
Muy quedos y en voz baja.

Que se meten en la vida ajena 
la vecina de al lado que en forma compulsiva
es la de la voz susurrante, la más incisiva,
 la reina de la insidia.
La que muere de impaciencia
por la comidilla de los días.

Sin ton, ni son se bambolean 
con la lengua suelta, larga y mordaz, 
así como sutilmente lisonjean, 
con la torpe lengua falsean.

Sociedad de hipócrita y chismosas
de serpientes ponzoñosas 
rastreras y venenosas.
Cuidado con morderte la lengua,
con su aptitud ambigua,
porque con tu propio veneno 
puedes morir envenenado.

Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú.
D. R.