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martes, 17 de septiembre de 2024

Los falsos rumores

Los falsos rumores

Poema de Antonio Encinas Carranza


 Brotó un lamento en el aire,
y surgió un suspiro que sufre,
una lágrima se escapa,
y rueda por una escarpada, 
 escabrosa y empinada loma,
y lanzó un ruego que murió 
en el primer intento
de un sigiloso desvelo.

Surge un coro que entona
un canto triste,
por un alma que sufre
por un amor incierto
que busca en el silencio
las palabras que se esconden
bajo las miradas que pesan
y que cubren la tristeza
que se desparraman
sin control, ni mando.

Mientras que las palabras
a veces son oscuras
y las sonrisas son sombras
que se escapan en silencio
y que se cubren con los turbantes
de los sensibles sufrimientos

Cual huérfanos se rodean
de los falsos profetas
que circulan entre los sustratos
que alimentan las raíces
de los falsos rumores
que viven ocultos
y sobreviven 
rodeados de las flores
del silencio
y de las risas y sonrisas
que discretamente se ocultan.

Los falsos rumores terminan
secuestradas bajo las cortinas
cautelosas de los rumores
al final mueren despreciadas 
por la funesta injuria,
la calumnia y la maldad.

Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R.

miércoles, 10 de marzo de 2021

Poema a los chismosos

  Los chismosos

La ventana de los chismosos

Curiosos y ansiosos.
Comiéndose las ansias.
Otean por las rendijas 
de las impúdicas persianas
que cubren a las deshonestas ventanas.

Los chismosos solos se invitan
y no le quepan dudas
que como las agitadas tempestades
se van sin que los boten
Pero regresan sin que los llamen. 

Son los primeros que se enteran.
Exageran todo lo que escuchan 
y lo cuentan sin temor 
agrandando la versión.

Y cuando ya tienen la primicia 
y ya están enterados, se van rapidito 
con el chisme calentito a contar la noticia.
Hay que ser el primerito. 

Observan y luego escuchan 
placenteramente y chismorrean
sin morderse la viperina lengua
 y sin quitarse el embozo los adjetivos borbotean.
es su antigua misión, morbosa y ambigua. 

Hablan en voz baja lo que no vieron,
solo cuentan lo que escucharon.
Lo que los vecinos estaban comentando
y muchas veces no entendieron.
Luego andan de metiches apostillando. 

Son dueños de sus curiosas miradas 
y patrones de los cuchicheos y susurros,
de los rumores y murmullos
y de sus razones ocultas.

Que fácilmente se traga la gente. 
que nunca han visto los remolinos
agitando las aguas de los ríos tranquilos.
Es la ley del "corre, ve y dile"  
Es el runrún de la calle.

Para soltar y propagar  
hay que ser el primero para no quedar mal.
Y como un aluvión en forma compulsiva 
Van de oreja en oreja, 
Muy quedos y en voz baja.

Que se meten en la vida ajena 
la vecina de al lado que en forma compulsiva
es la de la voz susurrante, la más incisiva,
 la reina de la insidia.
La que muere de impaciencia
por la comidilla de los días.

Sin ton, ni son se bambolean 
con la lengua suelta, larga y mordaz, 
así como sutilmente lisonjean, 
con la torpe lengua falsean.

Sociedad de hipócrita y chismosas
de serpientes ponzoñosas 
rastreras y venenosas.
Cuidado con morderte la lengua,
con su aptitud ambigua,
porque con tu propio veneno 
puedes morir envenenado.

Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú.
D. R.