Lo que hieren tus ojos

Lo que hieren tus ojos

Lo que hieren tus ojos,

lo que lacera tu sonrisa,

lo que mata tu mirada,

lo que sufre el corazón.

En el dolor de la mañana

el espejo cierra los parpados

porque no pueden ver sufrir

al alma que se resquebraja.

¿Porque ...  sucumben los llantos?

¿Porque tanta tristeza?

¿Porque todos lo ignoran?

¿Porque mueren los suspiros?

Cuando triste estas ,

hasta la tristeza mira para otro lado,

como cuando la distancia 

mira la lejanía

buscando un camino vano

y solo encuentra

sombras en el camino.

Con tu paso lento 

se apartan las ilusiones

y te empujan a un lado

para que transites

por los senderos oscuros.

Por donde pasa el mirar profundo

y es la distancia que se alejaMirada,

y con la mirada cruza el mar

y no hay tormenta que la detenga

por que el sueño es justo

lo que tanto te agobia.

En algún lado el sueño 

está esperando los anhelos 

y ocultando los besos

que una tardes los lanzastes

y ellos aprendieron a nadar

para sobrevivir

usando las esperanzas 

que surgen expontanéas

y que tantas vidas salvan.

Antonio Encinas Carranza

De: Lima, Perú

Tormenta de silencio

Tormenta  de silencio

Cuando la mente no responde 

a las fervientes preguntas

que le hace la noche,

cuando la mente se queda muda,

porque no tiene respuestas que dar

y las palabras se esconden

y la boca se cubre con las manos cruzadas

y en medio de tanto silencio

solo se escuchan los palpitantes látidos

de los tiernos y asustadizos corazones

que solo saben extrañar

y en la reserva del misterio

del sufrimiento,

la pena es un vacio hondo

que se llena de silencios

y cuando el silencio se hace realidad

se vuelve espantosa

como la soledad absoluta

que a su ves se torna fría

formando la ilusión

de las nevadas continuas

forzando al tiempo

que se vuelve un tempano.

Autor: Antonio Encinas Carranza

De: Lima Perú

Poema al desamor

POEMA AL DESAMOR

Escribí los versos tristes de un poema

Lleno de letras sumamente afligidas.

Los escribí con una pluma desolada
 Y una sola lágrima marchita y espinada.

Los versos me los dictó el viento,
Que lastimosamente y sufriendo
Se pasó la noche murmurando.
 El clamor del vil sufrimiento.

Las letras que de a poco fueron aflorando
Brotaron contadas por el viento.
que sentía como duele el desengaño 
y como miente el incruento daño,

Letras que se incubaron en los días del lamento,
Cuando el falso juramento se fue gestando
Y como en el inmenso mar del dolor 
Poco a poco se fue ahogando.

Se escribieron juramentos perversos e infames

De amores que llegaron para no quedarse.

Que después se evadieron arrastrando sus falsedades

Sin siquiera la conciencia remorderse. 

Son falsos ardores que van marcando 
Un infortunado y doloroso camino
De un triste y funesto destino.

Que se va descarnando sin merecerlo. 

Allí van las sombras nefastas

Que van destrozando los sueños

Sin fruncir el ceño.

Cruelmente condenado por el engaño,

Al llanto de los fantasmas bufonescos.
Que reinan en la oscuridad.

Que recorren sin compasión

Las antiguas rutas de una triste canción.

Regando los senderos  
Y los caminos llenos
De corazones desconsolados
Destrozados y magullados.

Antonio Encinas Carranza
De; Lima, Perú
D. R.

El hambre del pueblo

 El hambre del pueblo

Las memoria del dolor

son los testimonios mudos

de las víctimas del sufrimiento

que nunca se deben olvidar.

Les incautaron las demandas

les arrancaron los gritos

y le taparon la boca

para callar su hambre.

Detrás de la memoria

 están las indignas piedades

 compartiendo las cadenas

que suenan a campanas 

oxidadas y herrumbrosas

y que siempre llegan tardías, 

Solo los imperfectos hombres 

de mente indigna e infame

que arrastran las penas ajenas

de las multitudes que claman

pan, justicia y libertad

y se aprovechan de su hambre

acordandose vilmente

cuando están en campaña.

Buscando una curul les ofrecen

llenarles la boca de pan 

pollo, papas y camotes

a granel y se toman las fotos

y se abrazan dejandoles 

mil promesas y pocas virtudes.

Mientras que los gobernantes

tienen el camino seguro

y el gobierno en sus manos

y los resultados de su insanía

la tienen en sus bolsilos.

Cada día cambian los politicos

pero no cambian las politicas.

se intercambia el poder

pero no la justicia

la que conservan

para su propia protección.

Que triste es el andar

con los pasos de las desesperanzas

que nacen en el silencio

pero más triste es el sufrimiento

que causa las viles promesas.

Cuando mas tristes son los días

mas tristes son las miradas

y los recuerdos de los ojos fijos

anunciando el preludio y fuga

de las promesas incumplidas.

El poder y la sangre los envilecen

los embriagan como el peor de los vinos

y los endurecen, los tratornan 

y los embrutecen 

 y gozan con el sufrimiento

de los desposeídos

de los que votaron por su esperanza

y no por el abuso

No les importa nada

mientras se llenan los bolsillos

sus cuentas en un banco offshore

y el ejercito de testaferros

que esconden los millones birlados

mientras que los pobres

siempre terminan burlados.

Autor: Antomio Encinas Carranza

De: Lima, Perú

 D. R.

Triste final

  Triste final

En aquella noche

ocurrió el final 

de una historia de amor 

muy triste, sombría y apagada.

Final que cambió

 el color del cielo

que se tornó mustio, 

palido y decaído.

Que no pudo 

resistir tanta presión

por el dolor recibido

y cerrando los ojos

cayó desde sus cimientos

al piso destrozandose

y fracturandose 

en cincuenta mil pedazos.

Fue un final triste e irracional,

una tragedia que causó 

mucho sufrimiento,

dejando los días

sin compromisos,

sin controversias.

sin reacciones 

ni maldiciones.

Fue un final que me lo guardo

en el silencio de los recuerdos.

Fue el bostezo de los dias

que pasaron lentos y cabizbajos,

sin penas ni gloria.

Pero que muerden 

al pretender recordar

que ese amor pudo haber sido

nunca fue y no será.

Pero mas fue el daño que causó

y las heridas fisicas que dejó

dentro del alma secular

que no se podrán ocultar.

Antonio Encinas Carranza

De: Lima, Perú

D. R, 

Tristeza

Tristeza

Mi noche es tu noche,

la noche no tiene distancias,

miremos a la Luna al mismo tiempo,

sentirás mi presencia,

y yo sentiré la tuya.

Solo la noche con su silencio nos une,

Donde cada estrella es una luz sin esperanzas.

Y tú noche es mi noche, 

y tú día es mi día,

Pero tu distancia no es la mía.

Tu amor es un sentimiento lejano y profundo,

Que yo quisiera convertirlo en realidad.

Mis lágrimas son un grito

y mis gritos son lágrimas

lágrimas de amor imposible

y de soledad marginal y doliente.

Solo anhelo que el dolor de no verte

se convierta en la alegría

de volver a ver tu sonrisa inquebrantable

Sonrisa que sabe esconder la tristeza.

Antonio Encinas Carranza

De: Lima, Perú

D. R.