Volcán de Pasiones

  Volcán de Pasiones

Quiero perderme en tu cuerpo
y llenarme de ese amor excitante y loco

que nos traslada a ese otro mundo irreal
del que nunca queremos abandonar.

Quiero sentir el amor intenso,

loco y apasionado,

de besos quemantes 

y abrazos ardientes,
de caricias encendidas,
de luces sigilosas 

y gritos apagados.

Ese amor que nace 

en la pureza del fuego,

del crisol del hierro fundido,

que forja espadas y puñales.

Que hieren y matan 

de amor calcinante.

  Fuego ardiente y voraz

donde el hierro 

se transfigura en cadenas
que esclavizan eternamente 
a los prisioneros del amor

que mueren con la pasión.

Esa pasión intensa y febril,

como la lava volcánica 

de humeante flujo.

Magma ardiente y viscosa,

que desde el centro de la tierra,

brota como un río continuo.
que quema las entrañas,
que destruye el presente.

El alma nos abandona.

cuando la pasión es ardiente
El cuerpo es carne.
La vida es nada.
El amor es todo.

Antonio Encinas Carranza

De: Lima, Perú

D. R.

Las sombras de la noche

Las sombras  de la noche

La noche está llena de sombras sempiternas,

que arrastran sus penas,

que son interminables cadenas,

llenas de maldiciones imperfectas

causadas por las punibles acciones.

La noche está llena de oscuras casualidades,

condenadas a sufrir de dolores

y largas condenas que estan 

llenas de perfectas alucinaciones

desequilibrantes y delirantes.

En medio de la noche

se realiza un cónclave nocturno

donde en medio de la penumbra

consternada de luz y sombra

surgieron los sentimientos

de la armonía de las ondas opuestas,

cismáticas, discordantes y conflictivas.

Los gestos que nacieron como una reacción

de locura imperfecta,

 delirio desconcertante

y de compulsivas reacciones 

trastornadas y apagadas.

Gestos disidentes 

que nacen con perturbaciones

bajo el silencio de la luz adyuvante.

Bajo el desconcierto

de los desbordantes astros

y del cerebro desconcertado.

Antonio Encinas Carranza

De: Lima, Perú

D. R.

El hambre del pueblo

 El hambre del pueblo

Las memoria del dolor

son los testimonios mudos

de las víctimas del sufrimiento

que nunca se deben olvidar.

Les incautaron las demandas

les arrancaron los gritos

y le taparon la boca

para callar su hambre.

Detrás de la memoria

 están las indignas piedades

 compartiendo las cadenas

que suenan a campanas 

oxidadas y herrumbrosas

y que siempre llegan tardías, 

Solo los imperfectos hombres 

de mente indigna e infame

que arrastran las penas ajenas

de las multitudes que claman

pan, justicia y libertad

y se aprovechan de su hambre

acordandose vilmente

cuando están en campaña.

Buscando una curul les ofrecen

llenarles la boca de pan 

pollo, papas y camotes

a granel y se toman las fotos

y se abrazan dejandoles 

mil promesas y pocas virtudes.

Mientras que los gobernantes

tienen el camino seguro

y el gobierno en sus manos

y los resultados de su insanía

la tienen en sus bolsilos.

Cada día cambian los politicos

pero no cambian las politicas.

se intercambia el poder

pero no la justicia

la que conservan

para su propia protección.

Que triste es el andar

con los pasos de las desesperanzas

que nacen en el silencio

pero más triste es el sufrimiento

que causa las viles promesas.

Cuando mas tristes son los días

mas tristes son las miradas

y los recuerdos de los ojos fijos

anunciando el preludio y fuga

de las promesas incumplidas.

El poder y la sangre los envilecen

los embriagan como el peor de los vinos

y los endurecen, los tratornan 

y los embrutecen 

 y gozan con el sufrimiento

de los desposeídos

de los que votaron por su esperanza

y no por el abuso

No les importa nada

mientras se llenan los bolsillos

sus cuentas en un banco offshore

y el ejercito de testaferros

que esconden los millones birlados

mientras que los pobres

siempre terminan burlados.

Autor: Antomio Encinas Carranza

De: Lima, Perú

 D. R.

El jardín de tu sonrisa

 El jardín de tu sonrisa

La magia de tu belleza

está hecha con las letras

y los versos que florecen

en el jardín de tu sonrisa.

Son las mismas letras que conforman

todos los poemas que escribí

con la pluma del más hermoso amor

con la que pinte tu rostro

en la faz de la Luna

y la orle con las luces de mil estrellas.

Son poemas enarbolados

del Jardín de las Hespérides

donde cada fruto de oro es un verso

y todo el poema es el árbol helenico

 de las Hespérides.

Los vientos cadenciosos 

Son reflexiones infinitos 

De místicas realidades

Y de miradas suplicantes.

Que arrastran

La cadena infinita

De mi amor inquietante

Llenos de candéncias sin música 

Y de inmortales melodías

Que son los versos que guardan, 

En el fondo la magia de tu sonrisa.

Llenos de candencias sin música

Y de inmortales melodías

Que son los versos que guardan,

En el fondo la magia de tu sonrisa.

Antonio Encinas Carranza

De: Lima, Perú

D. R.

El cofre del amor

 El cofre del amor

El amor que te supe dar

el tiempo lo guardó

en un cofre dorado

en el fondo del mar.

Con el tiempo 

lo sacaron a flote las olas

y la marea lo arrastró

y lo llevó mar adentro.

Un barco oriental que pasaba   

lo encontró y lo recogió

y lo llevó a un grupo de islas

Remotas y solitarias.

Un barco fantasma

con las velas arriadas

que navegaba en el tiempo

arrastrado por el viento

lo encontró solo y abandonado

y recogió el cofre dorado,

Llevando carga tan valiosa

fue atacado por un barco pirata

que navegaba sobre las nubes

entre un mar de estrellas púberes.

Fue abordado y capturado

y los piratas los llevaron

a su refugio donde anclaron

creyendo que era un puerto seguro.

La marea rompió las cadenas

del pesado ancla

y el barco fantasma

volvió a soñar con el mar.

Abandonando el puerto

lentamente se fue internando.

Poco a poco se fue alejando.

Y a la deriva se fue navegando.

Iba el barco sin control.

Sin rumbo fijo.

Y en medio de una densa neblina

Avanzaba perdiéndose en la bruma.

El mascarón cortaba la niebla y el agua

como una cuchilla 

y así avanzaba,

alejándose de la orilla.

Mientras lloraba el faro que lo guía.

En su viaje de triste agonía.

Una tormenta amenazó al tiempo

Y entre los vaivenes de unas grandes olas

el barco perdió el timón

quedando tristemente encallado

entre las grandes rocas

de los enormes escollos.

El barco naufragó

el capitán no abandonó el barco

y se hundió con sus penas,

salvando las ajenas.

A lo lejos apareció tu rostro,

triste y consternado,

entre el tiempo brumoso

mientras se iba alejando

cubierto por el tiempo

y entre las nubes se fue perdiendo.

Antonio Encinas Carranza

De: Lima, Perú

D. R.

Que nos juzgue el cielo

Que nos juzgue el cielo

(Pecado de amor)

Conocerte fue algo normal y no significó mucho,

Pero al tratarte día a día y poco a poco,

Te fui conociendo y me fui enamorando,

Hasta caer rendido a tu encanto.

La belleza de la que Dios te dotó,

Y con su Divino Poder las puso:

En tu rostro,

En tu cuerpo,

En tu mente y sobre todo,

En tu alma,

Fue lo que terminaron por llevarme 

hasta las puertas del cielo.

Con el pasar de los días

Me confiaste los secretos de tu vida,

Tus buenas y malas experiencias,

Te aferraste a mí sin conocerme, un poco, siquiera,

Reías y llorabas mientras hablabas.

Te he sentido sufrir por dentro y reír por fuera.

Si te aferraste a mí,

 es porque tu corazón todavía palpita.

Porque tienes vida para amar.

Porque necesitas ser amada.

Ahora nadie podrá arrancarte de mis más

Profundos sentimientos y de mi existencia

Y pienso adorarte y bendecirte toda la vida.

Tenía el corazón cansado y tú le diste nuevos bríos.

Como no adorarte si me devolviste los sueños.

Si me enseñaste a quererte, 

sin importar romper las reglas.

Es absurdo que te aferres a lo que ya no existe.

Tienes que romper las cadenas,

De lo que no debe ser.

Y las cadenas del qué dirán

Ni tú ni yo somos culpables

Culpable es quién nos junto.

Y no estoy juzgando a nadie.

Los dos estamos pecando … si esto es pecado.

Tu por quererme y yo por adorarte.

Si es pecado este amor … si amarte es un delito,

Que me perdone el cielo, 

porque amar es una Gracia Divina,

Si no es así, moriré pecando … 

porque nunca dejare de amarte.

Este escrito lo voy a arrojar al viento,

Para que llegue hasta lo más alto del firmamento,

Antonio Encinas Carranza

De: Lima, Perú

D. R.

Amor psicótico (Las sombras del amor)

Amor psicótico
(Las sombras del amor)

La noche está llena 

de sombras sempiternas

que arrastran sus penas

que son interminables cadenas

llenas de maldiciones imperfectas.

La noche está llena 

de oscuras casualidades

condenadas a sufrir de dolores

intensos y ardientes.

Las horas de la noche

estan desbordantes

de perfectas alucinaciones

desequilibrantes y delirantes.

En medio de un cónclave nocturno

consternado de luz y sombra

nació este amor casual bajo

la armonía de las ondas cismáticas

Locura imperfecta, delirio desconcertante

de trastornadas ansiedades,

que nacen con perturbaciones

bajo el silencio de la luz adyuvante.

Amor que se volvió psicótico  

bajo el desarraigo

de los desbordantes astros

y del cerebro desconcertado.

Antonio Encinas Carranza

De: Lima, Perú

D. R.