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viernes, 4 de octubre de 2024

Los ayes de dolor (versos alejandrinos)

 Los ayes del dolor

Poema de Antonio Encinas Carranza

Los ayes del dolor
Soneto de 14 versos alejandrinos (14 sílabas)

En las noches oscuras y cerradas del alma
se escuchaban los roncos ayes del sufrimiento
y las caras tienen los ojos llenos de temor
y las penas severas que nunca confesaron 
intentaron escapar de sus celdas doradas,
 las bocas se cerraron y callaron su verdad 
y se encerraron con cadenas y candados
y ante la exigente y cruda confesión
impuesta como opresión, todo lo negaron
exclamando a gritos: está boca no es mía.
Las caminos empedrados corren en silencio
y en la noche oscura duermen desolados
y están cada vez mas distantes, mas lejanos,
mas distanciados e imposibles de transitar.

lunes, 30 de septiembre de 2024

Fue un mandato del destino

 La justicia del amor

Poema de Antonio Encinas Carranza

Por mandato del destino
 fui condenado a sufrir
la mas vil de las condenas,
el alto tribunal que me juzgó 
me condenó a vivir en soledad
 en el mas absoluto silencio
y a escuchar el repicar
de una gran campana
de brillante bronce bruñido
hostigando a la memoria,
golpeando los recuerdos
ingratos de un amor imposible
que se alejó en silencio
de la noche a la mañana
mientras el corazón
sufría tercamente
porque se resistía a olvidar
lo que un día fue su mas caro amor.

Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R.

sábado, 28 de septiembre de 2024

En la noche triste

 En la noche triste

Poema de Antonio Encinas Carranza

La noche se quedó triste y sus luces apagó
y se cubrió con un denso manto negro
que cubrió todo el universo,
al ver que el dolor afligía a un corazón
que sufría por un amor no correspondido
y quedó con el fervor doliente y trastornado.

La noche lloró en silencio 
a causa de su insoportable dolor,
las lágrimas al brotar causaban ardor  
y al caer golpeaban el piso con furor 
y provocaban una lenta agonía a las almas 
que desesperadas morían por un inefable amor.

Una solitaria lágrima
taladraba el dolor de su aflicción
y en la noche triste cerró sus ojos
y apagó sus luces al ver que el dolor 
afligía a un corazón
que se aferraba a la vida con valor.

La noche lloró en silencio su dolor
las lágrimas secas dolían mas por el ardor
y al caer golpeaban el piso con furor
causando la agonía a las almas 
que desesperadas sufrían 
por el amor doliente.

Hoy quiero abrazarme 
con la noche triste
y la oscuridad que lo acompaña
y que me diga si conoce 
de las incomprensiones
de la equidad y la razón.

y porque sigo sufriendo
al mirar fantasmas que surgieron
detrás del manto denso
que cubren mis ojos cansados
de tanto oír gritar  a la noche que perdió
su encanto cósmico y soñador.

Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú.
D. R.

Este poema es para ti

 Este poema es para ti

Poema de Antonio Encinas Carranza


En el silencio de la noche
y mientras tu dormías
te escribía los versos que me inspirabas,
cuando Morfeo te secuestraba
e inducia tu sueño.

Cuando terminaba el poema
los Oniros lo declamaban
con mucho entusiasmo,
por ese tu encanto que inunda el mundo
y opaca el resplandor de la serena y romántica Luna.

Por ese hermoso rostro
que enmarca la divinidad de tus ojos 
y que es la envidia
de la noche serena
y el despertar de la aurora.

Por tu delicada belleza
que rodea a tu sonrisa
e ilumina a esos ojos pardos
que tiene de la miel su color
y que son mi cruel tormento

Por tu risa fascinante
y cuando te ríes
el mundo ríe también
y tus silencios cuando me miras
y luego volteas con coqueto disimulo

Por tu voz que brotó
de una fuente cantarina,
que canta, recita y encanta
y que todo lo perdona
y que nada lo condena.

Porque cuando duermo
me robas mis sueños
y cuando despierto
eres mi sueño y mi embeleso,
la reina de mis ensueños.
...
Por último y por todo lo demás,
a mi por la gracia  que Dios me dio
de ponerme en tu camino 
y permitirme conocerte,
amarte y venerarte.

Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R.

Calla corazón que el amor a vuelto

 Calla corazón que el amor a vuelto

Poema de Antonio Encinas Carranza

En la plenitud de la inspiración
surgió un evento recurrente 
y el tiempo dejó de murmurar
y una fulgurante voz
invadió la plenitud de la razón.

En medio del silencio
se escuchó un estruendo
y una áspera voz se pronunció:
"calla corazón que el amor a muerto".

Las letras enmudecieron
y le colocaron un crespón
negro a cada verso 
y entre verso y verso
surgió una apasionada estrofa.

El cielo se cerró 
y desde un agujero negro
brotó un sonido sincronizado
de voces celestiales que en coro entonaron 
una dulce y hermosa melodía

De pronto el cielo se quebró 
y de la grieta que se abrió
cayó una lluvia de suspiros
que lanzaron una oración silente
"Calla corazón que el amor a vuelto"

Y todo volvió a la normalidad,
volvió la primavera,
salió el Sol,
y las olas invadieron las playas
mojando los mágicos
y coloridos sueños.

Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R.



martes, 17 de septiembre de 2024

Los falsos rumores

Los falsos rumores

Poema de Antonio Encinas Carranza


 Brotó un lamento en el aire,
y surgió un suspiro que sufre,
una lágrima se escapa,
y rueda por una escarpada, 
 escabrosa y empinada loma,
y lanzó un ruego que murió 
en el primer intento
de un sigiloso desvelo.

Surge un coro que entona
un canto triste,
por un alma que sufre
por un amor incierto
que busca en el silencio
las palabras que se esconden
bajo las miradas que pesan
y que cubren la tristeza
que se desparraman
sin control, ni mando.

Mientras que las palabras
a veces son oscuras
y las sonrisas son sombras
que se escapan en silencio
y que se cubren con los turbantes
de los sensibles sufrimientos

Cual huérfanos se rodean
de los falsos profetas
que circulan entre los sustratos
que alimentan las raíces
de los falsos rumores
que viven ocultos
y sobreviven 
rodeados de las flores
del silencio
y de las risas y sonrisas
que discretamente se ocultan.

Los falsos rumores terminan
secuestradas bajo las cortinas
cautelosas de los rumores
al final mueren despreciadas 
por la funesta injuria,
la calumnia y la maldad.

Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R.

sábado, 27 de julio de 2024

Mirando sin mirar

Mirando sin mirar

 Cuando las miradas intentaban hablar

Cuando las miradas intentaban hablar


Sentado en un banco 
del parque central
mirando sin mirar
lo que los pensamientos
se negaban a contar.

Estaba con la mente perdida
mirando los días pasar
sin poder interpretar
lo que las nubes
 me intentaban narrar.

Observaba en silencio
mirando sin mirar,
y apreciaba sin punto fijo
 los profundos y fríos caminos
por la que transitaba el desconsuelo.

Me pare y caminé hacia una solitaria playa,
y sentado a la orilla del  mar
quedé mirando en silencio
a las sinuosas olas 
que algo me querian relatar.

Cuando las miradas son diafanas
y sumamente expresivas
 hablan rápidamente
con la mente ecelerada
pero si entender lo que quieren decir.

Las miradas cuando son atractivas,
son amorosas y angelicales
pero a veces son furtivas e inquietas
y muchas veces clandestinas y silenciosas
y otras veces son mustias y apagadas.

Pero a veces las miradas
son amables, bondadosas
y a veces acogedoras y cautelosas,
pero muchas veces se vuelven desdeñosas,
y a veces tristes y meláncolicas.

Hay miradas que se esconden
tras las palidas cortinas que caen
 sutilmente  sobre la mente
cubriendo los viejos placeres
y desgarran el tiempo que fue.

Pero las miradas que me perseguían
 decían a gritos lo que el corazón 
insistía en callar
y se cubría la boca
para no gritar su verdad.

Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R.

domingo, 23 de junio de 2024

Bendigo tu recuerdo

 Bendigo tu recuerdo


Poema de Antonio Encinas Carranza


Aún, sabiendo que te quería
baje la cabeza y en silencio 
di algunos pasos 
y me alejé lentamente.
Luego me detuve, 
quise volver atras.

Pero algo me contenía, 
una fuerza me detenía 
y grité para darme valor 
y mis gritos se escucharon 
en toda la comarca.
y lentamente se fueron apagando. 

Con mis gritos se despertó 
la noche y se alejó 
de su camino eterno
los sueños se ocultaron 
y el cielo se estremeció 
y la Luna se ocultó.

Nada me conmovió 
y al recobrar la fuerza 
seguí alejandome sin mirar atrás,
a pesar que dejaba 
un corazón sangrando, 
camine con la cabeza baja, 

Quería correr, pero no pude,
aspirando con fuerza recobré 
el alientó y seguí alejandome.
Porque soy muy apasionado,
te tuve un cariño loco
que no porque se volvió triste.

En el caminó fui recordando 
y me preguntaba con la cabeza baja,
mordiendomé los labios
me preguntaba porque tuve que dejarte.
por mas que te adoraba
si tanto te amaba.

Hoy solo me queda el recuerdo
adormecido
de tus ojos pardos claros
que me siguen en mi triste camino
y tu sonrisa dormida y adormecida
sobre mi discreta almohada.

Todo esto quedó arrumado 
en el fondo de mi alma
y a cada momento
en mi mente te recuerdo
con mis ojos te veo
en mis sueños te bendigo.

Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R.

viernes, 7 de junio de 2024

Entre el amor y la agonía

 Entre el amor y la agonía


Antonio Encinas Carranza


Como borrar el pasado
sin arrancar el inmenso dolor 
de las inconsolables penas 
profundas y eternas.

Como olvidar al Sol
sin ocultar el dolor
que se siente en el alma
sencible y dolorida 

Como vivir en la oscuridad de la noche
donde se pierden las miradas,
se desvanecen los sueños
y se difuman los misterios.

Como arrancar desde 
las profundas raices
 las penas del alma,
aquellas que arrastran 
las confesiones tristes
buscando la calma
la paz y el sosiego.

Como evitar que sangren las heridas
de las ilusiones perdidas,
las que unas se desvanecen
y otras mueren
 en su lenta agonía.

Como pasar las noches sin llantos
en la impenetrable oscuridad
y donde los pasos se pierden
buscando un sueño
que le de amparo,
 donde el dolor se pueda cobijar
y del inclemente frío se pueda abrigar.

Como vivir oscuridad de la noche
donde se pierden las sueños
y se purgan las culpas,
las que viven invocando
que las perdone el cielo. 

Como vivir en el amanecer de las sombras
donde los lamentos brotan
por el dolor de la tierra,
cegando las miradas,
arrinconando al tiempo
que se ocultan en las
oscuras cavernas del ostracismo,
del vil desprecio 
y del infame destierro 

Como vivir en los silencios
donde solo se escucha
el triste silvar de los vientos,
el lejano bramar de las olas
y el constante chistar de los suspiros
que olvidaron llevar.

Allí donde brotaron los recuerdos 
de los magicos encuentros
y de las eternas sonrisas
que se ocultaron en lontananza.

Es la magia del crepúsculo
rodeando a las estrellas
como cortina de la brisa
de la moribunda tarde
y del principio de la nada
la que perdona y otorga
la clemencia y la compasión.

En la plenitud de los días
de la tarde que moría
lentamente se vivía, 
y en esta corta vida
solo se vive 
entre los amores
 y la fatal agonía.

Antoniop Encinas Carranza
De: Lima, Perú.
D. R.

jueves, 23 de mayo de 2024

El banco del parque cada vez mas solo

 El banco del parque cada vez mas solo




El banco del parque,
cada vez mas solo,
cada vez mas triste.

Lo acompañan
solo unas hojas secas
caída del árbol silencioso
que lo abraza con su sombra.

El banco del parque,
fue un mudo testigo 
de tiernas caricias,
 de los primeros besos.
 y a veces 
de fugaces romances.

Ya no se escuchan
las confesiones de amor,
las dulces y tiernas cuitas
de las anónimas parejas
de tiernos enamorados.

Ni los besos que el viento robó
del que solo quedó el eco
de los besos secos 
y arrugados
y las caricias del viento.

Besos que se lanzaban
cada noche a la luz de la Luna,
testigo discreta
de las promesas
falsas o reales.

De las elucubraciones románticas,
de los discursos vehementes,
de la fútiles promesas,
 de los besos confirmantes.

Entre sus maderos
 alguna vez se declararon
el amor eterno
que marcaron con una pluma
en su rustica piel
donde se juraron el te quiero
eternamente
bajo el testimonio de una lágrima
doliente
y de las promesas olvidadas. 

La soledad que reina,
que invaden los parques
 llora sobre los bancos,
donde solo quedaron los recuerdos
flotando en el aire.

El banco de los recuerdos
de los besos robados,
de las manos entrelazadas
y de las promezas olvidadas.

Hoy después de algún tiempo
pase por tu lado 
te miré de soslayo
y no me reconociste.

El árbol que te da sombra,
el que abriga con sus ramas
y con sus hojas secas te reclama
por las promesas incumplidas
y los te amo olvidados.

En su cuerpo herido,
quedaron los mensajes de amor,
de amor eterno incumplidos, 
vulnerados y quebrantados.

Hoy solo cobija 
a las almas solitarias,
al que regresa 
a recordar 
los primeros abrazos,
las risas
pero también
lagrimas y llantos
recuerdos amargos

El frío que te acompaña
en el atardecer,
y la profunda soledad 
del anochecer
te rodean de tristeza todo el día.

Eres mudo testigo 
de historias intrinsecas
que a nadie relata,
ni al árbol que lo acompaña.

Aquel viejo árbol
testigo mudo
fiel testigo
que las guarda
en los surcos de su robusto torso
y de sus arrugados 
surcos que recorren 
su tronco.

El banco del parque
cada vez mas solo
cada vez mas triste.

Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R.

lunes, 1 de abril de 2024

Pensando y filosofando voy

 Pensando y filosofando voy


Poema  de Antonio Encinas Carranza



Filosofando voy 
caminado en silencio
 por la vida, recorriendo
los caminos desconocidos.
simplificando la realidad,
Voy vistiendo a las imprecisiones
de los días y del pensamiento
que no entienden 
cual es el misterio 
de la real existencia.

Filosofando voy,
 pensando y viviendo, 
buscando la iluminación
impulsada por la razón
de las leyes y la lógica,
 buscando el sentido 
peyorativo de la vida.

Filosofando voy
por los caminos finitos del mundo
y los senderos infinitos del Universo,
buscando creer y crecer
bajo la protección
de las leyes terrenales 
y de la lógica universal. 

Filosofando voy
y en la agonía estoy
buscando los caminos 
que me lleven a conocer
la ruta de la inmortalidad
que se forja con la demencia
que busca alargar la existencia.

Filosofando voy
y en el camino
voy amontonando
los míseros pensamientos
que nos condenan al destierro
y que viven vociferando
el pensamiento de Platón,
que el cuerpo se destruye
el alma es inmortal.

Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
Derechos reservados

miércoles, 13 de marzo de 2024

Silencio: bebé durmiendo


Silencio: bebé durmiendo


Poema de Antonio Encinas Carranza


Un grito rompe la noche
y se agolpa en los oídos
y quiebra las pausas cristalinas
del silencio del amanecer
que se quiebra en mil pedazos.

Es el anuncio sonoro de vida,
de una nueva luz
que alumbró los días
seguido de un llanto
que brotó como un clamor
de vida real y verdadera.

Es el primer llanto
que rompió el silencio
anunciando que una nueva vida
a brotado en el mundo
y trae bajo el brazo
las caricias dormidas
de un corazón palpitante.

Es la fuerza que perdura,
el rocío que no le toca,
es la fuerza que anuncia
el milagro de la vida,
del brote de un corazón vital.

Es el amor guardado
que al brotar explosiona
en ruidos y franca alegría, 
que estalla y revienta el cielo.
en gritos de intensa felicidad.

Es el Sol que se asoma
y corre las cortinas,
los pajaros empiezan a cantar
y las nubes a danzar
y se arma un bolondrón.

No hagan ruido,
pide la esperanza viva,
la sala esta en calma,
el silencio reina,
la cuna está quieta,
nacen nuevas esperanzas.

En la cabecera de la cuna
un letrero en su reposo
pide que guerden silencio,
la calma y el sosiego.

Que no haya ruido,
hablen bajito
no hay que despertar 
al recién nacido.

Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
Derechos reservados

lunes, 11 de marzo de 2024

Historia triste de un amor imposible

 Historia triste de un amor imposible

Perdoname por no quedarme

Poema triste


Perdonamé por no quedarme,
pero he decidido marcharme,
con mi dolor a cuestas,
quiero alejarme de ti, 
me voy, seguir es imposible . . .
me voy herido y sin poder romper
con el pasado triste,
ese pasado tuyo, que te amarra,
ese lazo tuyo, que parece indestructible.

Todo este tiempo tuve miedo de hablarte,
hasta hoy que ebrío de tanto vino,
que se volvió amargo, tome esta triste decisión.

Con firmeza y energía vengo a decirte que ya no. 
es imposible . . . ya no puedo mas.

Ya no me detengas mas y no me mires de esa forma,
disculpa si no puedo mirarte a los ojos pero hasta aquí llegue . . .
Sabes solo me llevo como recuerdo la voz tuya cuando me decías:
nunca me olvides, te quiero mucho.

Ya no quiero ver tu mirada triste cuando me contabas
el daño que te causó la vida mientras mostrabas
una sonrisa dura que marcaba el dolor que te causaba
y los ojos bailoteando y mirando sin mirar,
moviendo la cabeza sin fijar la mirada.

Que tristeza fue mirar como ahogabas los suspiros
y como los suspiros ahogaban el llanto que reprimias,
buscando abrazarme con tu mirada triste
y la sonrisa dura queriendo congelarse en el hielo del silencio
y con los brazos grita . . . no te vayas.

Si algo tenía que pedirte, ya no quiero nada, 
ya no quiero que me beses, 
ni siquiera te pediré que me abraces,
ni te pediré que me agradezcas todo lo que hice por ti
y si consideras que algo hice por ti.

No te pediré que me lo agradezcas,
por que si algo tengo que pedirte,
ya no lo quiero, gracias.
Ya no hay mas que decir: 
sabes . . . vuelve a casa que te estan esperando.

Antonio Encinas Carranza

De: Lima Perú

jueves, 7 de marzo de 2024

Tormenta de silencio


Tormenta  de silencio


Poema de Antonio Encinas Carranza


Cuando la mente no responde 
a las fervientes preguntas
que le hace la noche,
cuando la mente se queda muda,
porque no tiene respuestas que dar
y las palabras se esconden
y la boca se cubre con las manos cruzadas
y en medio de tanto silencio
solo se escuchan los palpitantes látidos
de los tiernos y asustadizos corazones
que solo saben extrañar
y en la reserva del misterio
del sufrimiento,
la pena es un vacio hondo
que se llena de silencios
y cuando el silencio se hace realidad
se vuelve espantosa
como la soledad absoluta
que a su ves se torna fría
formando la ilusión
de las nevadas continuas
forzando al tiempo
que se vuelve un tempano.

Autor: Antonio Encinas Carranza

De: Lima Perú


lunes, 23 de octubre de 2023

La paciencia de la montaña

 La paciencia de la montaña


Poema de Antonio Encinas Carranza


La paciencia de la montaña
no la tienen los volcanes
que al primer inconveniente
el muy irreverente
lanza sus eruptos al viento,
lava, piedras y fuego,
anunciando que no estan
para aguantar pulgas
y se cubre con una cortina
de terciopelo color ceniza
en medio de los gritos
de la austeridad del silencio
que se reflejan en los ojos
de las tardes frescas y perezosas.
El volcán que con su voz ronca
reta al Sol que cuando se molesta
es implacable y aplastarlo
quiere con sus refulgentes rayos.
Las montañas le cantan al Sol
que con sus alas doradas
y en su tunica blanca
mejor se retira con la mente vacía
y con el alma vencida
porque nadie puede callar
el enojo de un volcán
cuando arroja el fuego
por sus laderas infinitas.
Con la paciencia de las montañas
saben que el enojo de un volcán
dura poco y pronto se apaga
y en la eternidad de la calma
pronto se olvidan
de las amenazas
y al final solo le quedan
pequeñas fumarolas
que el tiempo consume
su corazón de lava ardiente
y pronto todos se olvidan
del enojo del volcán.

Antonio Encinas Carranza