Este poema es para ti
En el silencio de la noche
y mientras tu dormías
te escribía los versos que me inspirabas,
cuando Morfeo te secuestraba
e inducia tu sueño.
Cuando terminaba el poema
los Oniros lo declamaban
con mucho entusiasmo,
por ese tu encanto que inunda el mundo
y opaca el resplandor de la serena y romántica Luna.
Por ese hermoso rostro
que enmarca la divinidad de tus ojos
y que es la envidia
de la noche serena
y el despertar de la aurora.
Por tu delicada belleza
que rodea a tu sonrisa
e ilumina a esos ojos pardos
que tiene de la miel su color
y que son mi cruel tormento
Por tu risa fascinante
y cuando te ríes
el mundo ríe también
y tus silencios cuando me miras
y luego volteas con coqueto disimulo
Por tu voz que brotó
de una fuente cantarina,
que canta, recita y encanta
y que todo lo perdona
y que nada lo condena.
Porque cuando duermo
me robas mis sueños
y cuando despierto
eres mi sueño y mi embeleso,
la reina de mis ensueños.
...
Por último y por todo lo demás,
a mi por la gracia que Dios me dio
de ponerme en tu camino
y permitirme conocerte,
amarte y venerarte.
Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R.