Los ayes del dolor
Soneto de 14 versos alejandrinos (14 sílabas)
En las noches oscuras y cerradas del alma
se escuchaban los roncos ayes del sufrimiento
y las caras tienen los ojos llenos de temor
y las penas severas que nunca confesaron
intentaron escapar de sus celdas doradas,
las bocas se cerraron y callaron su verdad
y se encerraron con cadenas y candados
y ante la exigente y cruda confesión
impuesta como opresión, todo lo negaron
exclamando a gritos: está boca no es mía.
Las caminos empedrados corren en silencio
y en la noche oscura duermen desolados
y están cada vez mas distantes, mas lejanos,
mas distanciados e imposibles de transitar.