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miércoles, 2 de octubre de 2024

Las heridas abiertas

 Las heridas abiertas



Perdido en la mirada imperfecta
de esos ojos medio dormidos
donde los sueños imperfectos
son elogios al desconcierto
y en los quebrantos 
son espacios infinitos
donde se pierden todos
los sentimientos desgarrados. 

De los tiempos quebrados
y los sueños desgarrados
se escondieron los recuerdos
donde hasta el orgullo malquistado
lanzó sus lamentos al viento
y enjugó su llanto seco
con sus interminables espejismos.
 
De la sustancia herida
surgieron los plazos que nunca vencen
y de las heridas abiertas
 brotó la espuma de la sangre roja,
del cuerpo profanado
brotaron gritos que se escondieron
detrás de las nebulosas pardas.

En su agonía aguardando el final
la mirada cerró los ojos
esperando la mañana
y al despertar se sintió inmovilizada,
el cuerpo duro y la mirada perdida
y espero que la Luna se ocultara
para curar las viejas heridas
y comenzar una nueva vida.

Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R.

sábado, 28 de septiembre de 2024

En la noche triste

 En la noche triste

Poema de Antonio Encinas Carranza

La noche se quedó triste y sus luces apagó
y se cubrió con un denso manto negro
que cubrió todo el universo,
al ver que el dolor afligía a un corazón
que sufría por un amor no correspondido
y quedó con el fervor doliente y trastornado.

La noche lloró en silencio 
a causa de su insoportable dolor,
las lágrimas al brotar causaban ardor  
y al caer golpeaban el piso con furor 
y provocaban una lenta agonía a las almas 
que desesperadas morían por un inefable amor.

Una solitaria lágrima
taladraba el dolor de su aflicción
y en la noche triste cerró sus ojos
y apagó sus luces al ver que el dolor 
afligía a un corazón
que se aferraba a la vida con valor.

La noche lloró en silencio su dolor
las lágrimas secas dolían mas por el ardor
y al caer golpeaban el piso con furor
causando la agonía a las almas 
que desesperadas sufrían 
por el amor doliente.

Hoy quiero abrazarme 
con la noche triste
y la oscuridad que lo acompaña
y que me diga si conoce 
de las incomprensiones
de la equidad y la razón.

y porque sigo sufriendo
al mirar fantasmas que surgieron
detrás del manto denso
que cubren mis ojos cansados
de tanto oír gritar  a la noche que perdió
su encanto cósmico y soñador.

Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú.
D. R.

viernes, 7 de junio de 2024

Entre el amor y la agonía

 Entre el amor y la agonía


Antonio Encinas Carranza


Como borrar el pasado
sin arrancar el inmenso dolor 
de las inconsolables penas 
profundas y eternas.

Como olvidar al Sol
sin ocultar el dolor
que se siente en el alma
sencible y dolorida 

Como vivir en la oscuridad de la noche
donde se pierden las miradas,
se desvanecen los sueños
y se difuman los misterios.

Como arrancar desde 
las profundas raices
 las penas del alma,
aquellas que arrastran 
las confesiones tristes
buscando la calma
la paz y el sosiego.

Como evitar que sangren las heridas
de las ilusiones perdidas,
las que unas se desvanecen
y otras mueren
 en su lenta agonía.

Como pasar las noches sin llantos
en la impenetrable oscuridad
y donde los pasos se pierden
buscando un sueño
que le de amparo,
 donde el dolor se pueda cobijar
y del inclemente frío se pueda abrigar.

Como vivir oscuridad de la noche
donde se pierden las sueños
y se purgan las culpas,
las que viven invocando
que las perdone el cielo. 

Como vivir en el amanecer de las sombras
donde los lamentos brotan
por el dolor de la tierra,
cegando las miradas,
arrinconando al tiempo
que se ocultan en las
oscuras cavernas del ostracismo,
del vil desprecio 
y del infame destierro 

Como vivir en los silencios
donde solo se escucha
el triste silvar de los vientos,
el lejano bramar de las olas
y el constante chistar de los suspiros
que olvidaron llevar.

Allí donde brotaron los recuerdos 
de los magicos encuentros
y de las eternas sonrisas
que se ocultaron en lontananza.

Es la magia del crepúsculo
rodeando a las estrellas
como cortina de la brisa
de la moribunda tarde
y del principio de la nada
la que perdona y otorga
la clemencia y la compasión.

En la plenitud de los días
de la tarde que moría
lentamente se vivía, 
y en esta corta vida
solo se vive 
entre los amores
 y la fatal agonía.

Antoniop Encinas Carranza
De: Lima, Perú.
D. R.

miércoles, 28 de septiembre de 2022

Impronta

 Impronta



En un tiempo cualquiera
solo importa el recuerdo
y la impronta que van dejando
las huellas de tu estado inmaterial
intangible y espiritual.

Solo importa el recuerdo
que vas dejando en el aura
de la imperfecta vida
y del paso tremulo y silencioso 
de lo brillo de tu silencio.

El halo replandeciente y luminoso
 que deja el rastro de tu recuerdo
rompe las márgenes del tiempo
y libera las energías del pensamiento.
hasta agotar el momento impreciso.

Se agotan los momentos,
el tiempo es corto, 
y la vida es breve.
La resistencia es lenta
y pronto se agota.
Al final reina una gran pena.

Pero por muy lenta que sea la agonía,
sabiendo que el amor porfía,
cuando el gozo se torna amargo,
solo queda la triste melancolía.

Aunque mis ojos ya no te nombran,
mi alma te seguirá llamando.

Aunque tus oídos ya no me oigan
el viento gritará tu nombre.

Aunque mi voz ya no te alcance
mi corazón no dejará de latir por tí.

Aunque pareciera que fueron mil años 
de amarte en el silencio
Y aunque pasen mil años mas,
Igual te seguiré amando
de la misma manera 
como ama el tiempo
al viento.

Un tiempo, no importa cuando
solo importa tu recuerdo
y la impronta que acompaña
a tu voz y tu mirar.

De: Lima, Perú
D. R.

martes, 29 de diciembre de 2020

El destino

 El destino

Destino marcado

El destino sin preguntar nos unió
y nos llevó por el camino de un desafío.
Fuimos aguas turbulentas del mismo río
y calor del atardecer del estío.

El destino después nos arrastró
y sin consultar nos aventó
a cada uno por una senda diferente.
Fuimos el capricho divergente.

A ti te arrastró como a las hojas del otoño 
que el viento arrastra sin compasión.

A mí me lanzó con fuerza, fuera del camino,
sin un destino fijo y sin concesión.

Al ver tu imagen alejarse de la senda,
sentí que la tierra se hundía,
bajo mis pies vi un vacío que se perdía.
y caía sin poder agarrarme a la vida

Nuestro fatum nos impone condiciones
que tienen que cumplirse
sin apelaciones, sin murmuraciones,
dudas ni discusiones.
Es ley estricta e inflexible.

El sino con su poder sobrenatural
inevitable e inexorable
nos impone condiciones
que puede ser necesaria o fatal.

Las sentencias hay que acatar
en las inapelables agonías del ser,
buscando surgir al despertar
sin tener que envejecer.

Antonio Encinas Carranza
De; Lima, Perú
D. R.