Mostrando las entradas con la etiqueta agua. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta agua. Mostrar todas las entradas

domingo, 19 de enero de 2025

Azul

El alma es azul

Poema de Antonio Encinas Carranza


Mi alma es azul
y mi camino derecho.
Azul es mi sangre
y el cielo que es mi techo.
Azul como la unión del cielo
y el mar en su marino lecho

Azul es el canto de las sirenas
que encantaban a los hombres
de las leyendas homéricas
que surgieron en las aguas 
azules de los mares aqueos 
de la legendaria Creta.

Azules son los recuerdos
que surgen en el lejano 
horizonte de nubarrones perdidos,
olvidados y abandonados,
 donde reside el beso que despierta
a la persistente conciencia

Azul es la nostalgia
y la ubérrima melancolía
que anida en el azul del cielo
rodeado del polvo de oro.

Azul es mi tierra
y el viento que sopla
meciendo a los sueños
que mecen a los recuerdos.

Azules son los ojos
que no los puedo olvidar
azul será mi final.

Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R.

jueves, 13 de junio de 2024

Versos en azul


 Versos en azul

Poemas de Antonio Encinas Carranza

El azul es el color
del inicio del tiempo,
del celeste cielo
y del sereno viento
que acuna a este sueño.
El azúl es el color del mar
de las aguas tranquilas
del silencio de la bruma,
las promesas que nunca
olvidaron las letanías
de las sinuosas olas.
Azul es la tranquilidad
de la noche media
y se asocia a la estabilidad
al sueño, a la calma y serenidad
la pasión y la armonía.
Representa la lealtad
la sabiduría
e inteligencia
la fe y la verdad.
Es la gravedad de la iluminación
en la que se sostienen la inspiración
con la que escribo estos versos
que van a ser de gran recordación.
De: Lima, Perú
D. R.

martes, 29 de diciembre de 2020

El destino

 El destino

Destino marcado

El destino sin preguntar nos unió
y nos llevó por el camino de un desafío.
Fuimos aguas turbulentas del mismo río
y calor del atardecer del estío.

El destino después nos arrastró
y sin consultar nos aventó
a cada uno por una senda diferente.
Fuimos el capricho divergente.

A ti te arrastró como a las hojas del otoño 
que el viento arrastra sin compasión.

A mí me lanzó con fuerza, fuera del camino,
sin un destino fijo y sin concesión.

Al ver tu imagen alejarse de la senda,
sentí que la tierra se hundía,
bajo mis pies vi un vacío que se perdía.
y caía sin poder agarrarme a la vida

Nuestro fatum nos impone condiciones
que tienen que cumplirse
sin apelaciones, sin murmuraciones,
dudas ni discusiones.
Es ley estricta e inflexible.

El sino con su poder sobrenatural
inevitable e inexorable
nos impone condiciones
que puede ser necesaria o fatal.

Las sentencias hay que acatar
en las inapelables agonías del ser,
buscando surgir al despertar
sin tener que envejecer.

Antonio Encinas Carranza
De; Lima, Perú
D. R.