El recuerdo

El recuerdo

El recuerdo
es un lago profundo
donde nadan
los amores imposibles
y donde se ahogan
los sueños inciertos.
y los quereres inolvidables.

Donde para salvar el amor
hay que pelear a pecho descubierto
y sin escatimar esfuerzos,
luchar por los sueños
y por una manzana
que fue fruto del paraíso.

El recuerdo vive en la memoria
y es la constancia que espera
al esperimentado cielo
donde el cuerpo es carne fragil,
pero también son sombras,

risas falsas y grotescas muecas.

El recuerdo vive en un remanso
repleto de estrellas,
de nubes blancas y luminosas
que inspiraron a los aedos y bardos,
es un mar azul
de sinuosas ondas continuas,
de leyendas ingentes
y poeticos versos.

En la memoria vamos construyendo
un templo para los dioses,
otro para las letras
y otro para las musas de la poesía.

Otro para los amores lejanos
que viven en un mar de frangancias
que despiertan ilusionadas
cada vez que el amor asoma
un ojo por la ventana.

La energía de Los Andes

La energía de Los Andes

Es en las alturas andinas

Donde el viento sopla y resopla,

Se escucha el sonido de la quena

Y los quejidos de las penas.

Hombres que vuelan con el tiempo

Con vuelo del cóndor

Atravesando el tiempo

Con alas extendidas prestas 

Sangre purpura de la puna

De sus brazos brotó

La fuerza de su corazón.

De la fortaleza de su espíritu

brotó de la sangre de la puna.

el coraje de su sangre

y la coraza del rebelde.

La energía de la montaña

del altiplano agreste

es la energía de su cuna.

De sus manos brotó 

Las obras maravillosas

Que hoy el mundo admira.

 De sus raíces nació la leyenda

De los bosques de piedra.

y de sus entrañas de oro y plata

se forjó la nación imposible

del Reino del Tahuantinsuyo.

El diálogo de los recuerdos

 El diálogo de los recuerdos

Los pensamientos son el origen

De los recuerdos inquietos.

Los recuerdos son historias

Que a veces te buscan

Y otras veces te olvidan.

Las historias crean líos y enredos

Y estos caen en sacos vacíos

Que se los tragan los ríos,

Que cruzan el valle de los olvidos.

Los recuerdos las penas arrastran.

Las penas arrastran las lágrimas.

A las lágrimas las penas las maltratan.

Hasta que se declaran víctimas.

Los recuerdos son las vivencias del alma.

Que viven en el interior de las fábulas

Y luchan con vehemencia

Para no convertirse en leyenda.

Las imágenes del pasado ordenan

Y a veces se olvidan.

Otras veces se ausentan.

Pero nunca perdonan.

Cuando los remolinos

Dialogan con las aguas del río

Vuelven pronto la evocación

Causando la más triste confusión.

Los recuerdos que retozan

En las alturas de la memoria

Se recargan de eternas energías,

Mientras que las nostalgias

Se abrazan con el barruntar de los días.

Antonio Encinas Carranza

De: Lima, Perú

D. R.

El sonido de las quenas

 El hombre de Los Andes

Poema 1

La fortaleza del hombre andino
se refleja en las alturas
de las blancas y heladas cumbres
de las majestuosas montañas 

de la Cordillera de Los Andes.

Energía numinosa y sagrada
que le da fortaleza a la vida
 y a la sangre que corre 

por los caminos andinos

que incansablemente recorre.

Donde florece la nostalgia

de sus causas primeras.
Donde sopla el viento.
Donde ondea su bandera

 Donde suena la antara

y su quena de 5 notas

que solo lanzan sus lamentos 

bajo las notas tristes 

del compás de sus huaynos 

y las tristes mulisas .

Allí reside la riqueza 

 de las leyendas gloriosas

que va contándole a los siglos

recordándole su pasado.

Escondiendo sus lamentos

bajo su poncho andino

su chullo rojo

su canto silencioso

y su grito apagado.

El amor perdido

El amor perdido

No es fácil olvidar 

cuando se ha querido,

ni es fácil olvidar 

cuando lo prometiste todo.

No resulta fácil olvidarte 

cuando lograste mi amor entero

y después olvidar lo prometido.

Poque las promesas de ayer 

nunca se olvidan. 

Porque las promesas

cuando son incumplidas 

solas se transforman

en ilusiones perdidas.

Todo ... todo me recuerda el amor perdido.
el aroma de un café de espíritu negro,
un paseo de la mano por el centro,
la lluvia que cae lentamente

y que gota a gota me deja regado.

Tantas cosas ... tantos recuerdos, 
hay que tener el corazón de acero.
para poder resistir la ausencia del amor,
ese amor que partió a pesar que lo ofreció todo.

Todo me recuerda el amor aquel

tan dulce como la miel de abeja,

tan suave como los pétalos de una rosa,

tan delicada como las alas de un ángel.

 Tu recuerdo es como la canción
cuya letra imborrable la llevo
tatuada en mi pecho
donde anido una esperanza

y su música me acompaña 

como una vana ilusión.

Tu recuerdo que fue florido y perenne
reside  en mi mente,
Donde tu amor permanece

en silencio
y en mi corazón, 

escrito está ... 

tu pérfido nombre.

Antonio Encinas Carranza

De: Lima, Perú

D. R.