Mostrando las entradas con la etiqueta Ojo. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Ojo. Mostrar todas las entradas

miércoles, 22 de enero de 2025

Los habitantes de la noche

 Los habitantes de la noche 

Poema de Antonio Encinas Carranza


En cada noche nacen
en la vieja ciudad
los eternos temores
que en la penumbra
cubren con hechizos 
a la lóbrega noche
y en el sobrevuelan
 los rumores mundanos
que sobreviven 
a las mordaces palabras.

La calle inventa su pasado
que cada vez es mas lejano
cuando sus sombras
son cada vez mas cercanas.
Las sombras recorren
 el tiempo presente
que se impone 
al pasado remoto 
y sobrevive al futuro cercano
con los ojos cerrados
arrastrando las huellas
de sus pasos inciertos.

Los habitantes de la noche
van dejando escombros a su paso
logrando que las horas caminen lento
manteniendo las puertas clausuradas,
todo es ajeno en la clandestinidad
de los que no duermen
y miran pasar las noches
con los ojos abiertos
mirando pasar a las horas
disfrazadas de zombis.

Los habitantes de la noche
acechan tras sus sombras
y al ver que la noche se desnuda
se ocultan tras las cortinas
de las densas tinieblas,
y las mentes lúcidas
pierden la cordura
 clausurando las puertas
y bloqueando las ventas.

Antonio Encinas Carranza

domingo, 19 de enero de 2025

Azul

El alma es azul

Poema de Antonio Encinas Carranza


Mi alma es azul
y mi camino derecho.
Azul es mi sangre
y el cielo que es mi techo.
Azul como la unión del cielo
y el mar en su marino lecho

Azul es el canto de las sirenas
que encantaban a los hombres
de las leyendas homéricas
que surgieron en las aguas 
azules de los mares aqueos 
de la legendaria Creta.

Azules son los recuerdos
que surgen en el lejano 
horizonte de nubarrones perdidos,
olvidados y abandonados,
 donde reside el beso que despierta
a la persistente conciencia

Azul es la nostalgia
y la ubérrima melancolía
que anida en el azul del cielo
rodeado del polvo de oro.

Azul es mi tierra
y el viento que sopla
meciendo a los sueños
que mecen a los recuerdos.

Azules son los ojos
que no los puedo olvidar
azul será mi final.

Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R.

domingo, 22 de diciembre de 2024

Chispas de Navidad (3)

 Chispas de Navidad (13)


De cabellitos negros
y pañalitos blancos,
rodeado de pastorcitos
está el niño durmiendo tanto. 

Chispas de navidad (14)



Que la armonía de los arroyos
te canten al vuelo el Ave María
y al niño recién nacido:
"tiene un ojo abierto
y el otro por cerrar" 

Chispas de Navidad (15)



En esta Navidad
cantemos todos juntos
la canción de cuna
mas hermosa del mundo
para este hermoso niño
que acaba de nacer. 

martes, 10 de mayo de 2022

Amar a lo divino

Amar a lo divino

Poema de amor




Amar a lo divino

Poema de amor

Te amare toda la vida
y mas allá si fuera posible,
he de amarte eternamente
y mientras tenga vida
y mi corazón lo resista
nada podrá apagar
el fuego que alimenta
esta dulce pasión,
que nace del corazón
y brota de la ilusión.

Aunque los tiempos cambien
y los árboles
se queden sin hojas
el corazón resistirá
hasta que retorne
la primavera y cuando
caiga el invierno
el corazón buscar te quiere
para no morir de frio.

Te amaré toda la vida
y aunque no te pueda ver
te amaré vida mía
cada día, cada hora
a cada instante
con cada beso huérfano
que en mis labios muere
te amaré como
se ama a lo divino
como sin verlo se cree
a cada momento,
a cada instante
y aún distante.

Te amaré con cada beso
que muere en tus labios.
Con cada suspiro
que brote al mirar
el jarrón de rosas
donde duermen 
amorosas y eternas
las inquietudes
de tu dulce mirar.

lunes, 15 de abril de 2019

Un corazón en el desierto

Un corazón en el desierto

Un corazón espinado

Vagando por el mundo
Después de pasar por páramos helados,
Llegué a un cálido desierto.
Anduve entre y arena y dunas.
Y a un cactus abrazado
Encontré un corazón espinado
Sus ojos sangraban
Mientras lloraban.

La solté y curé sus heridas
Y la ayudé a encontrar su camino.
Después me despedí y le indiqué la senda.
En el camino encontró un espejismo.

Conforme avanzaba
Nunca la alcanzaba.
Siguió andando
Y tropezó con un ojo,
Estaba rodeada de altas
Y verdes pestañas
Y Oasis se llamaba.

Que a quedarse lo invitó
Y fue su salvación.
En sus brazos encontró
La tranquilidad.
Pero no la conformidad. 
No era lo que buscaba.

Mas un día el corazón
 La salida encontró
Y salió esperanzado
Y se perdió en el desierto.

El oasis quedó desconsolado
Optó por no detenerlo
Y él corazón siguió su camino
Para seguir rastreando.
Lo que andaba buscando.

De: Lima, Perú
D. R.