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lunes, 30 de septiembre de 2024

Fue un mandato del destino

 La justicia del amor

Poema de Antonio Encinas Carranza

Por mandato del destino
 fui condenado a sufrir
la mas vil de las condenas,
el alto tribunal que me juzgó 
me condenó a vivir en soledad
 en el mas absoluto silencio
y a escuchar el repicar
de una gran campana
de brillante bronce bruñido
hostigando a la memoria,
golpeando los recuerdos
ingratos de un amor imposible
que se alejó en silencio
de la noche a la mañana
mientras el corazón
sufría tercamente
porque se resistía a olvidar
lo que un día fue su mas caro amor.

Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R.

lunes, 25 de marzo de 2024

Te robaron el amor

  Te robaron el amor


Poema de Antonio Encina Carranza


Te robaron lo que mas querías
las ilusiones tempranas
 y el amor que todo lo olvida,
destruyeron tus sueños y novelas
que con tantas ilusiones las soñastes.

Te engañaron
tu no tienes la culpa
solo fue tu inocencia,
tu creías en las hadas,
todavía eras una niña,
buscabas la felicidad,
la dicha y el amor

Ingrato amante
que marco brutal herida
Una rosa no muere 
por verse engañada
maltratada y agraviada.
regando con engaños
y sombras los desasociegos desvelos.

Sembrando de penas
el sentir del querer
y la agonía del desvelo
y la destrucción de las fantasías

Solo fue un patán
que aprovechó tu inocencia
El se alejó y nunca mas volvió
regando tus días
de lágrimas y dolor
y te abandonó
con un hijo en los brazos
sola y sin fuerzas.

Te robaron la sonrisa
y apagaron tu luz,
fuiste esclava de tus pasiones
y hoy has aprendido
que en el fondo eres fuerte
y descubriste que te hirieron
y por mas que te ofendieron
 no te pudieron vencer.

Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
Derechos reservados

domingo, 23 de julio de 2023

De mirada ingrata


De  mirada ingrata

Poema de Antonio Encinas Carranza


Ojos ingratos
de mirada fría y ajena
de un amor marginal y profano
que nació de un hechizo
nocturno de invierno
lanzado desde un ilícito conjuro
de un corazón urbano.

Ojo gélido y congelado
que sufrió por los sollozos esquivos
de insinuantes miradas falaces
perseguidas por las sombras
que caminan sin dejar huellas,

Ojos del corazón ingrato
de caminos ondulantes,
paraderos sin finales
y nidos de cristales.

De mirada controvertida,
migrante sin destino.
Al final del evento
te cortaron las alas
y ya conformaste un nido
selecto y florido.

Dejaste de frecuentar
corazones heridos
dejaste las monsergas
y aceptaste los consejos
para corregir la vida
abandonar el mal amor
y entregar las virtudes
que mantenías escondidas
en las capas internas
del órgano rector.

Hoy todo camina
y funciona en armonía