Los olvidados de Navidad
Que todos los niños del mundo
Canten, rían, bailen.
Porque esta noche
es noche de Navidad.
Que no haya un niño triste.
Que no haya un niño sin juguete.
Que no haya niños mirando los escaparates
De alguna tienda grande,
Ni las ventas de un gran restaurante.
Que no haya madres y ancianos mirando al cielo
Tratando de encontrar las ilusiones frustradas.
Sufriendo las miradas frías
De los pasos raudos,
Que los evitan,
Que los ignoran.
Que la alegría de la Navidad
Pase de ilusión a realidad.
Que el mensaje de paz, armonía y felicidad
Sea sin controversias, sin soledad.
Sin noches tristes,
Sin suelos fríos,
Sin aposentos sin techos,
Donde solo se alumbran con la luz de la luna
y cobijan al abrigo de los destellos lejanos
De alguna ignota estrella.
Navidad de los niños, pero
Sin niños durmiendo en las calles.
Navidad de los pobres.
Navidad de los que no tienen nada.
Que llueva pastel y chocolate
Para los que nunca tuvieron un regalo decente
Que llueva muñecas y tambores,
Pelotas, autos, matracas y tractores.
y que a cada uno aunque sea un juguete le toque.
Porque en cada uno de ellos hay un niño recién nacido,
Y en sus corazones un humilde pesebre,
en sus ojos el brillo de una estrella
y en sus vidas las alas de un ángel guía,
y en cada madre …
en cada madre una lagrima eterna.
Tiernamente encadenada una tras otra.
Para los pobres de la calle,
no hay campanas,
no hay abrazos,
no hay regalos.
Simplemente, no hay ...
Solo está Jesús recién nacido.
