Que no sangre la vida
Que no sangre la vida
sin acariciar las heridas
que dejó la agresión.
que la vida te dio sin compasión.
Que no surja el pánico
por los días que duelen.
Que los falsos profetas
dejen los discursos
que a la desconfianza inducen.
Perorata que todos le creen
y hay quien siente las culpas
y luego hacen el brindis
por lo que ayer dolió.
Mientras que la cobardía crece
es valiente el que quiere
y no puede y también
el que sale a pelear.
Es cobarde el que puede
y no quiere
y el que no quiere reír,
ni sonreír.
Mientras que las carcajadas
sin miedo crecen y navegan.
Siempre se niegan para los valientes
que sonreír no saben.
Mientras que la tristeza y la murria
tocan la triste fanfarria
de la derrota y la cobardía.
Hay que vivir sin hipocresía,
enfrentando la ignominia.
con mucha valentía.
La sentencia es para la traición
que no tiene apelación.
Hay que buscar la protección
para la frustración y la desilusión.
Para que no sangre la vida
hay que salir al frente.
y enfrentar a la cobardía
sin sentir condena.
ni alguna pena.
De: Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R.