Me olvide de olvidarte
Era la pasión de mi alma,
el pensar de mi sentir,
el fervor de mi pasión.
La llevaba en el alma,
y cuando la razón se esforzaba,
el alma se desconsolaba,
y la voluntad se trastornaba.
Caminaba sin recordar
y mientras caminaba y caminaba
buscandole la mirada,
al recordarla la iba olvidando.
Mientras caminaba juraba
que nunca la olvidaba,
mientras su recuerdo
iba cayendo en el mayor olvido.
Al andar con pasos lentos,
el olvidar se adoctrina
y con su luz cansina
y sus pasos anodinos
no recuerda ni con lisonjas,
ni valen las advertencias.
Pero cuando aprieta el corazón
la razón se olvida de olvidarla.
y el corazón pierde la razón
y ante el miedo de perderla
solo quedó el consuelo
de volver a recordar
El evocar y recordar son raíces
profundas y extensas
que nacen a orillas del corazón
y son difíciles de arrancar.
No me pidas que te olvide
porque no puedo olvidarte.
Autor: Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R.
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