Ella se llamaba amor
... y alumbraba con sus hermosos ojos
mis noches nubladas del frío invierno,
con su mirada arrobadora
adornaba los paisajes del alma mia
y con su maravillosa sonrisa
cubría de calor y color
mis frías y desoladas tristezas.
Ella se llamaba dulzura
y en su pecho me cobijaba,
ma daba calor en el gélido invierno
y me abrigaba con la mágica ternura
que en su corazón habitaba
y que todo lo curaba
menos la afección del estado
sentimental, emocional y afectivo
que siento por ella.
De su amor surgió una gran pasión,
que invadía mis emociones
y desde mi esencia y mis afectos
brotaban los sentimientos más nobles
puros y generosos
por su tierno cariño,
por su delicado afecto
y por su dulce querer.
Por todas esas cosas
juntas y otras mas
la amé con singular devoción
y le entregué mi amor
mi aprecio y mi corazón.
Como no haberla amado
si en su alma de mujer
habita el ángel de ilusiones
y en la inmensidad de mis sueños
ella vive entre mis versos más sublimes.
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