Paraíso oriental
Danza de los velos
Entre sirocos,
los vientos del desierto
de arenas calientes.
Entre sueños y placeres,
mieles y dátiles.
Entre alfombras orientales
que en sueños es un jardín,
se escucha el deleite de la música
y la armonía de su melodía.
La danzarina que sobre la belleza
de su gracil cuerpo
sutil y etereo
luce la transparencia
de los tules,
de sedas y encajes,
ella bien se mira en su encanto,
elegancia y atractivo.
Hija de la gracia,
bella mujer oriental
hecha del fuego
que lleva en la sangre
y en la cadencia
de su ritmo oriental.
Bella hurí
del paraíso oriental,
danza de los velos
de mil colores.
Odalisca
de las Mil
y una noche.
Antonio Encinas Carranza