Una sonrisa disfrazada
Al conocerte me entregaste
unos ojos tristes,
una sonrisa disfrazada
un corazón herido
y un alma solitaria.
Fue un drama apagado,
una vida triste y vacía,
una verdad sin luz.
Una frase sin acabar.
Un verso de un triste poema
sin terminar.
A tu mentira sin color.
A tu verdad de tormentas.
A la ternura que te entregue
y que se escapó de las manos.
Para cuando las penas te invadan,
si puedes visita mi alma,
allí tengo un cobijo para ti,
para cuando lo necesites.
De la ternura insurgente,
brotó un intenso acercamiento
que urdió un camino corto
para lograr reunir
a tus ojos con mis ojos
y a tu piel con mi piel
Vergel de cantos y melodías.
Surgir de las almas mensajeras,
de encantos y verbenas.
Muestra lo que tienes
y olvida lo que te recuerde,
el mal que tanto te daña.