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sábado, 24 de junio de 2023

Sobre tu piel

 Sobre tu piel


Tu piel sonrosada


Vestida con pétalos de flores
que la cubría cual tul transparente,
que traslucía su bello cuerpo irreverente
y la descubría totalmente, 
embriagando la mente. 

Desvestida con un soplo de mi aliento
la bata de pétalos cayó al piso.
A sus pies descalzos
y su cuerpo quedó cubierto
y revestido de prístinos
y sensuales cabellos negros.

Satén de seda negra como la noche herida
que cubría su piel sonrosada.
Entre blanco y rosada.
A veces como la piel fina, acanelada
y el alma la tenía aterciopelada.

Una cortina caía sobre las dos rosas.
como tules de oriente, los cabellos negros
cubrían sus exuberantes pechos.
Y la tibieza de sus tórridos senos
que temblaban de placer clandestino.

Y yo ofrendaba mi algarabía
a su virginal piel de aparente inocencia
y apaciguado recato.
Mostrando su débil temperamento.
No opuso resistencia, solo júbilo placentero.

Fue entrega total, fue la pureza del fuego.
Fue sensible y virtuosa en su vida anterior.
Ayer intensa y sensitiva dama 
y hoy mujer apasionada en la cama.

Todo era del calor de su respiración.
Era su ilusión y su seducción.
Esperaba con la mirada desafiante.
El cuerpo exigente, laxo y ferviente.
Soñando que soñaba.
Ni un beso ardiente la despertaba.

Y sus ojos se iban cerrando 
en apariencia durmiendo.
Así se alejaba del mundo,
mientras al cielo se iba acercando.

Mentalmente el alma la abandonaba.
Del cielo herido caía el rocío.
La tierra y el lodo blanco era virginal.
Los ojos morían y la mirada.
reverdecía en otro mundo.
Muy lejano, distante e irreal
y el corazón seguía palpitando.

Torrente de fuego interno.
Cascada de petardos y luces de colores.
Bombardean el cerebro,
Haciendo que nos perdiéramos
y de vez en cuando nos encontráramos.

Dejando libres los deleites
con tal fuerza de voluntad.
Sin versos, sin poemas, sin brebajes.
El cuerpo dormido.
El cuerpo soñado.
Los deseos abrazados.

Donde mueren los alientos.
En el Jardín florido
de los irresistibles misterios
encubiertos de múltiples goces místicos.

Muy locuaz en la mente humana
están los bajos instintos,
que rebelan todos los misterios
recostados en el lecho
y en nuestros cuerpos serenos.
Sobre la almohada
y sobre tu piel rosada.

De: Lima, Perú
D. R.

martes, 29 de diciembre de 2020

Amor Experimentado

 Amor experimentado

40 y 20

Yo en mi madurez, en mi senilidad
y tú, en tu plena juventud.
Contagiándome tu vitalidad
tus energías,
 tu amor jovial 
y llena de virtud.

Mis energías ganadas
y mis experiencias guardadas,
renacieron y volvieron a flotar.
Mi alma volvió a volar.

Es un nuevo amanecer.
Contigo … mi piel rejuvenece,
mi cuerpo renace
y mi amor florece.

Mis canas al viento
y mi experiencia al canto 
para derramar mis años
 y mi experiencia sobre tu cuerpo.

Solo te pido, no dejes de mirar
que aún puedo vibrar.
Tengo primaveras para entregar
y todas las estaciones para amar.

Te doy mi vida para ofrendarte
el amor que no conociste.
Te amare con todas las energías
de mis interminables fantasías.

Tengo mil noches de amor tibio,
para llenar tu vida de alegría
y buscar la paz y la armonía.
Te doy mi vida entera sin agobio.

Amor que mana de mis manantiales,
plácidos y repletos de sentimientos,
que se niegan a mirarse en los espejos
de las miserias humanas y materiales.

De Lima, Perú.
Derechos Reservados.

viernes, 5 de abril de 2019

Mientras miraba sus hermosos ojos

Mientras miraba sus hermosos ojos

Mientras la miraba, yo la amaba

Al mirar sus hermosos ojos 
Pude ver el amor que me brindaba. 
Mientras miraba sus ojos 
Mi cuerpo temblaba. 

Al cerrar los ojos 
Su cuerpo vibraba. 
Su incitante voz 
Gritaba en silencio. 

El silencio recorría el tiempo 
En que moría el viento. 
Al detenerse el tiempo 
Mi alma salía de mi cuerpo. 
Y su cuerpo se solazaba 
Entre la pasión y la paz. 

Al mirar su rostro 
Cerraba los ojos 
Subyugado por su pasión. 
Y el ardor que irradiaba. 
Mientras miraba sus ojos 
Mi cuerpo moría. 

Al mirar su sonrisa 
Se detenía el tiempo. 
Sentía sus labios ardientes 
Quemando mi piel. 

Cogiendo sus manos 
Mi cuerpo vibraba. 
Mi mente enloquecía. 
Mi alma moría. 

Al mirar tus labios 
Sentía un beso en toda mi piel 
Mi cuerpo vibraba. 
Su mente moría. 

Todo era pasión 
Conmoción, sensación 
Emoción, sin condición 
Todo era una explosión. 

Mientras me miraba 
Yo la amaba. 
Al final el silencio 
Gritaba su nombre 

El nombre del calor 
Y del olor de la pasión 

Entonces ame su cuerpo 
Ame un panal de mieles 
Ame sus ojos, su sonrisa 
Ame su boca 
Ame su cuerpo. 

La ame todas las noches 
Hasta morir en su piel. 

De: Lima, Perú
D. R.

jueves, 21 de febrero de 2019

Negro, ondulado

Negro, ondulado

Cabellera ondulada


Cabello
 Negro
Ondulado,
Sedoso
Suelto
Cayendo
Sobre sus hombros
Cubriendo
Como un velo
Aterciopelado,
El misterio
de sus sueños
Que vibrantes
Desafiantes
Y retadores
Envían
Mensajes
de ensueños
Que residen
Sobre 
en los montes 
de los reinos
  de las lejanas tierras
del nunca jamás. 

Autor: Antonio Encinas Carranza

De: Lima, Perú
D. R.


miércoles, 7 de noviembre de 2018

Una sonrisa disfrazada

Una sonrisa disfrazada

Ocultando tu dolor


Al conocerte me entregaste 
unos ojos tristes,
una sonrisa disfrazada
 un corazón herido
y un alma solitaria.

Fue un drama apagado,
una vida triste y vacía,
una verdad sin luz. 
Una frase sin acabar.
Un verso de un triste poema
sin terminar.

A tu mentira sin color.
A tu verdad de tormentas. 
A la ternura que te entregue
y que se escapó de las manos.

Para cuando las penas te invadan,
si puedes visita mi alma,
allí tengo un cobijo para ti,
para cuando lo necesites.

De la ternura insurgente,
brotó un intenso acercamiento
que urdió un camino corto
para lograr reunir 
a tus ojos con mis ojos
y a tu piel con mi piel

Vergel de cantos y melodías.
Surgir de las almas mensajeras,
de encantos y verbenas.
Muestra lo que tienes
y olvida lo que te recuerde,
el mal que tanto te daña.

De: Lima, Perú
D. R.

domingo, 4 de noviembre de 2018

El terciopelo de tu piel



El terciopelo de tu piel

Tu piel tan suave como el terciopelo


Cada vez que te recuerdo,
no es más que sentir las ansias
desesperadas de amarte,
de abrazarte y besarte …
despacito … lentamente.
Sin apuros ... delicadamente.
Cada vez que te recuerdo.

Y pasear mis imperturbables ansias
por cada centímetro de tus pétalos de flor.
Suavemente ... dulcemente.
Sintiendo el terciopelo de tu piel,
respirando el mismo aire que tu aspiras.

Bebiendo el fresco soplo 
de tu nacarino aliento
y aspirando el dulce néctar
que se refleja en tu mirada
y que emana del centro
de la dulzura de tu cuerpo.

Llenándome de tus rebeldías,
visitando tu cielo
y quedándome en tus infiernos.
Compartiendo el éxtasis de tu sangre.
Muriendo en el fuego de tus entrañas
y sintiendo como se detiene el tiempo.

 Mientras escucho tus gemidos
de pasión acelerada
y esos suspiros tan suaves,
tan delicados, tan tenues,
 susurrantes y arrulladores,
que se mezclan con el rumor
de mi pasión acelerada
y de nuestra sangre hirviendo.

Siento el impulso de seguirte
hasta el mismo paraíso,
ese lugar excelso y sublime
cubierto de tules blancos,
donde posan las mieles
de tu piel rosada y seductora.

Mis sentidos embriagados 
y entorpecidos de amor,
gritan en silencio su emoción
y reciben los mensajes tenues
de tu inquietud y cariño.
La paz vuela en tus hermoso ojos.
La quietud dormida te abraza.

Sintiendo lo hermoso
de todo lo que es y no es,
así voy resistiendo las ganas
que domina mi mente y mi corazón
y que vuelve loco mi pasión por ti
cada vez que te recuerdo.

De: Lima, Perú
D. R.