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miércoles, 30 de diciembre de 2020

El amor puro

 

El amor puro
Amor puro y sincero

La mañana estaba despertando, 
la aurora se fue apagando, 
la luz sonrosada
de la alborada
 se fue encendiendo
y brotaron las lágrimas 
del alba matinal. 

Era la hora prima de un día virginal, 
que emocionado desplegó sus luces 
en una explosión de matices
que surgiron al rayar el día. 
que llenó su faz de rubor 
que encendió su infantil candor. 

Al ver la luz con emoción 
apareció el amor como una visión, 
fue un sueño, una ilusión, 
quizas una ensoñación.
 
Era la redención del amor sincero,
tan sorprendente como un lucero
que deslumbro los senderos
del camino verdadero.

Que se manifestó como una copa de pasión, 
una copa efervescente que brilló más que el Sol, 
 en medio de la virginal oración, 
Allí, ella reinaba en medio de un girasol. 

La magia de la flor virginal que fascinaba. 
de la mirada que embelesaba. 
La flor casta que hechizaba,
con su sonrisa todo lo embriagaba. 

Arrobaron los días llenos de tibias brisas 
que acariciaban su rostro. 
Sueños e ilusiones y en medio de ellas ... el amor 
que dejó su rastro, 
sus huellas quedaron
eternamente marcadas
 en las almas. 

De: Lima, Perú
D. R.



jueves, 21 de febrero de 2019

Negro, ondulado

Negro, ondulado

Cabellera ondulada


Cabello
 Negro
Ondulado,
Sedoso
Suelto
Cayendo
Sobre sus hombros
Cubriendo
Como un velo
Aterciopelado,
El misterio
de sus sueños
Que vibrantes
Desafiantes
Y retadores
Envían
Mensajes
de ensueños
Que residen
Sobre 
en los montes 
de los reinos
  de las lejanas tierras
del nunca jamás. 

Autor: Antonio Encinas Carranza

De: Lima, Perú
D. R.


domingo, 4 de noviembre de 2018

El terciopelo de tu piel



El terciopelo de tu piel

Tu piel tan suave como el terciopelo


Cada vez que te recuerdo,
no es más que sentir las ansias
desesperadas de amarte,
de abrazarte y besarte …
despacito … lentamente.
Sin apuros ... delicadamente.
Cada vez que te recuerdo.

Y pasear mis imperturbables ansias
por cada centímetro de tus pétalos de flor.
Suavemente ... dulcemente.
Sintiendo el terciopelo de tu piel,
respirando el mismo aire que tu aspiras.

Bebiendo el fresco soplo 
de tu nacarino aliento
y aspirando el dulce néctar
que se refleja en tu mirada
y que emana del centro
de la dulzura de tu cuerpo.

Llenándome de tus rebeldías,
visitando tu cielo
y quedándome en tus infiernos.
Compartiendo el éxtasis de tu sangre.
Muriendo en el fuego de tus entrañas
y sintiendo como se detiene el tiempo.

 Mientras escucho tus gemidos
de pasión acelerada
y esos suspiros tan suaves,
tan delicados, tan tenues,
 susurrantes y arrulladores,
que se mezclan con el rumor
de mi pasión acelerada
y de nuestra sangre hirviendo.

Siento el impulso de seguirte
hasta el mismo paraíso,
ese lugar excelso y sublime
cubierto de tules blancos,
donde posan las mieles
de tu piel rosada y seductora.

Mis sentidos embriagados 
y entorpecidos de amor,
gritan en silencio su emoción
y reciben los mensajes tenues
de tu inquietud y cariño.
La paz vuela en tus hermoso ojos.
La quietud dormida te abraza.

Sintiendo lo hermoso
de todo lo que es y no es,
así voy resistiendo las ganas
que domina mi mente y mi corazón
y que vuelve loco mi pasión por ti
cada vez que te recuerdo.

De: Lima, Perú
D. R.






sábado, 8 de septiembre de 2018

Vergel de poesía sensual.

Vergel sensual

(Dedicado a un grupo de poetas sensuales de una de las redes sociales) 

Poesía sensual

En un vergel de poesía sensual, 
donde todos aportan y nada es casual.
Entre sabanas blancas … esto ya es un ritual.
Besos van … caricias vienen, todas por igual.

Entre sudadas pieles
y cuerpos excitados y desnudos.
salen las posiciones
y todos quedamos mudos.

En total desenfreno,
el casto se llena de lujuria.
Las letras se desgarran de erotismo.
Todos se mezclan en un abrazo de libido y lascivia.

Con perdón de las damas
y con permiso de los caballeros.
No anhelo meterme entre sus sábanas.
Ni fisgón, ni vouyerista.

Volviendo al caso que nos preocupa,
he advertido que todos se olvidan
de un pequeño y seguro adminiculo,
de gran servicio y protección
llamado preservativo.

Fue el doctor Condón 
quién lo inventó.
Gran científico del pasado siglo.
Estoy seguro que el también los uso.

En estos tiempos de promiscuidad,
nos preserva de muchos males mortales 
que son infernales
y que causan muchos malestares.

 Que todos saben 
y que todos conocen
Y que todos olvidan en el momento 
fatal del encuentro.

Quiero también recordarles,
sin querer la fiesta aguarles,
que el sexo no es amor.
ni el amor es sexo. 

Y si practicas el sexo con libertinaje,
cuidado con el equipaje,
que no te hagan pagar peaje,
al pasar por esos parajes.
Saludos y que tengan buen viaje.

De: Lima, Perú
D. R.



Aquellos besos ...

Aquellos besos ...

Te enamoré, me enamoraste

Solo fue verte a los ojos para sentir la intensidad de tu pasión.
Nuestras miradas se cruzaron para sentir una hermosa atracción
Notar que eras una mujer convertida en ardor intenso y desenfrenado.
Pasión sin fin que nos arrastró por el mundo del amor tiernamente imaginado. 

Te enamoré, me enamoraste, 
No sé, no importa quién fue.
Me miraste y sonreíste 
Graciosa, 
Coqueta.

Te pregunté, me contestaste.
Te invité, me aceptaste.
Hablamos, caminamos, reíste.
Te besé, me besaste.

Me llevaste o te llevé.
No importa donde fue.
Tú casa, mi casa.
Cualquiera era igual.

Fueron tantas veces.
Pasión intensa por beber de tus labios. 
Que marcaban un virginal corazón rojo.
Pasión desenfrenada por su aparente resistencia.
Que cayeron solas al primer contacto de la esencia.

Morir por soltar tu cabello ondulado
Aprisionar y estrujar tu piel de oro.
Te miré, me miraste a los ojos.
Te dije amor y me contestaste con tu mirada
Ámame sin temores.

Fue un beso amoroso ardoroso.
Fue un beso de cuerpo entero.
Giraste el cuerpo y seguí arrastrando el beso.
Un beso lento, beso eterno.

Quieta, acurrucándote, débil, tímida.
Murmurando, casi gimiendo.
Volví a recorrer tu cuerpo 
Con pequeños mordiscos

Marcando levemente su piel rosada.
Sufriendo de gozo.
Moría de gusto.
El cuerpo húmedo.
Sufría suaves y ondulantes espasmos.

Verte desnuda fue un deleite
Divisar sus torneadas piernas
Ansiosas de placer.
Es virtud y gozo.

Sentir sus labios gruesos y calientes
Solo el contacto me dejo sin nombre.
Me sentí un volcán en erupción
La más sublime emoción.

Ardiendo solo pude gritar en silencio.
Con la mirada al cielo.
Yo solo escuché con discreción.
“Que dulce eres amor”

Mayor entrega por amor
De cuerpo entero sin disturbios 
Solo gritos apagados
Y cerrar con fuerzas los ojos
Mirando al cielo eterno.

Mi cuerpo, tu cuerpo, entrelazados en minutos de celestial placer.
Unidos por la naturaleza del amor del orden divino.
Llenando el mundo de placer y amor infinito.
Culminando el mandato sagrado.

Fue un amor a primera vista
Que duró hasta que acabó. 

De: Lima, Perú
D. R.