La corrupción de la moral
Las consecuencias de la soledad moral
son condiciones egoístas de las controversias discrepantes
de la conducta
y de la miseria humana.
Son realidades incongruentes de la ética
que recogen las crudas
denuncias de la falsedad
y de la hipocresía.
y arrastran las velas
de la intolerancia.
Aptitud desmitificada que se conmuta
con la ambición y la codicia.
Donde impera el desconcierto
y la falsa soberbia
de los que se creen impunes
ante la justicia moral
y de los hombres.
Situaciones actuales que la sociedad soporta.
Es fácil mentir, fingir y falsear
sobre todo cuando tienes capturado el poder
que el pueblo te concedió
regalandote ilusamente el voto
espéranzado en tus promesas de candidato
de solucionarles los problemas
de agua, salud y bienestar.
Almas corruptas que recorren
las rutas de la mentira,
llenos de maldad, vileza y ruindad.
Que se olvidan del interés común
y sacan la ambición desmesurada
y personal como única bandera
de la ambición que les sangra
y les corroe las venas
en su delicuencial
condición personal
y marginal.
De los que transitan sin consecuencia
solo con la fuerza de la insistencia.
Socavando con tiranía la débil resistencia.
Aprovechando de sus atribuciones e influencia.
Ambiciones que buscan el poder.
Infamias que siempre se traslucen
y que se pierden dejando señales.
y marcando mudas decepciones.
Tiranías que se agigantan
para reinar en medio de la codicia
y la bandera de las ambiciones personales.
destruyendo los valores principales.