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viernes, 18 de octubre de 2024

Quiso ser sirena

 Quiso ser  sirena 


Poema de Antonio Encinas Carranza


Una joven mujer fue a la playa
para encontrarse con un joven marinero
y se enamoro del mar al ver en su basta inmensidad
lo maravilloso que era el mar y se quedo dormida
mareada por lo que percibían sus ojos claros,
clarisimos como el cielo celeste.

Mientras dormía soñaba que era una sirena
y los delfines sus hermanos
y montándolos reía y gozaba
y los delfines dando saltos volaban
sobre el nivel del mar
y las olas los saludaban.

Cansada de tanto jugar
se quedó dormida 
en al orilla del mar
y mientras dormía
le crecieron escamas
y soñó que estaba en una isla desierta .

La isla estaba alumbrada 
por la Luna que le enseño a cantar
para seducir a los hombres
y fue un capricho del astro nocturno
que hizo que olvidara su pasado
y la llevó por un camino misterioso.

Al llegar al lugar encontró el amor,
era un joven tritón de ojos claros
y de porte atlético y muy trabajador
que al escucharla cantar lo sedució
y el joven tritón le ofreció llevarla
al lugar donde vivía y ella aceptó.

La parejita conformó un hogar
donde todos los días renacía la paz 
y reinaba la armonía
y se escuchaba la música
del amor con aires de libertad.

Pero cuenta la historia
que un día la joven mujer 
perdió el encanto de su voz
y desaparecieron las escamas 
y recuperó su estado normal
y al no saber nadar murió en el mar.

lunes, 22 de abril de 2019

Había una vez ...

Había una vez

Hace mucho tiempo ...

Una noche de tibios momentos
y de gratos recuerdos
ocurrió lo menos esperado.
Fue un sueño hermoso
 primoroso y armonioso

Hace un tiempo
y sucedía cada año
en un paraíso extraño
donde 2 soles brillaban
todos los buenos días, 
allí nacían todas las ideas.

Había una isla misteriosa
del mundo de la fantasía.
donde el tiempo nunca se detenía
y tampoco llovía y nadie moría.

Y en su firmamento había un reino
lleno de nubes blancas
y en cada nube un amor por morir
y había otro reino
lleno de estrellas
y en cada estrella un amor que esperaba

Cuando un amor se mudaba
de una nube a una estrella
en el reino, algo cambiaba.

Y desde el monte más alto 
de los misteriosos reinos
surgía un fuego
que llegaba hasta lo más alto
del inmenso firmamento.

Debajo y en una alfombra de las más blancas
Y suaves nubes aterciopeladas
estaba el lecho nupcial
donde dormía el amor.

Bajo el intenso azul
De la eternidad
Entre el hoy y el mañana
Entre la tierra y las estrellas.

Allí se encuentra el amor
Que me has de entregar
Y que al bajar a la tierra
Ha de llenar mi alma
De la más pura felicidad.

De: Lima, Perú
D. R.