Camposanto
A la salida de la vida
al cruzar la puerta
muchas veces nos acompaña
un ruego que llega desde la montaña.
Tres ángeles en la puerta
te dan la bienvenida.
Lo comanda un ángel
sin cabeza.
al costado un ángel
al costado un ángel
con una sola ala.
al otro costado un ángel
con la espada rota.
Entre el frío del mármol
y de los muros gastados
viven los sueños eternos
y los gritos apagados
Con aires de tristeza
el viento solo es un soplo
un soplo sin vida.
un soplo sin vida.
Solo hay vida en los lamentos.
La solemnidad y los silencios
es de los camposantos
su habitat, su reino.
De su interior surgen los gemidos
y deambulan las sombras disolutas.
Las aves son penumbrasA llantos nocturnos.
A llantos de niños.
Huérfanos y expósitos.
A madres y padres desconsolados.
en cuyo vuelo
van acompañadas de sombras
en la noche oscura
y vuelan entre eternidades
y vuelan entre eternidades
y silencios profanos.
Del reino de la bruma que surge
de la noche álgida e insensible
brota una niebla fina que invade
y flota sobre las lozas frías.
Huele a inmensidad.
y a la insondable eternidad.
A fuegos intensos.
A flores del cementerio.
A crisantemos deshojados.
A cardos enredados.
Con un interminable rosario,
un monje de sotana oscura,
reza un responso,
para un difunto desconocido.
reza un responso,
para un difunto desconocido.
El cementerio está lleno
de caminos para los vivos.
que van y vienen
hasta que un día se detienen.
Es el camino de los pasos perdidos.
Es el camino de los pasos perdidos.
Tumbas con nombres y sin epitafio
Tumbas sin nombre y con epitafio
Tumbas olvidadas,
difuntos que no saben que hacen allí.
difuntos que no saben que hacen allí.
Huele a lápidas y a silencios.
Huele a sepulcros y a fiestas de difuntos.
A lágrimas que quieren escapar.
A sombras que flotan
por los senderos llenos de pasos
que se pierden entre los senderos.
que se pierden entre los senderos.
Y de días caídos
y esparcidos por el tiempo.
Pasan las almas.
Pasan los años.
Se quedan los sollozos,
nada es vano.
Al salir del camposanto
y al trapasar la puerta
Adentro se quedan
los llantos
y los gemidos,
según sea su pesar.
Al salir y a los lejos
una cruz señala
donde queda
El camino desierto
y la luz eterna que se va apagando
Es el anuncio del final para una vida
Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú.
D. R.
De: Lima, Perú.
D. R.