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sábado, 27 de julio de 2024

Los fantasmas conversos


 
 Los fantasmas conversos

(Poesía Barroca)


Poesía Barroca

Los bocetos dramáticos
de mis polemicos discursos
dictados en las noches
de mis largos insomnios
y de mis cortos desvelos.

Duermen el sueño profundo
de los tristes días,
son sinfonías sin pena ni gloria
que los fríos vientos arrastran
marcando los pasos que dejaron
 los fantasmas conversos.

Son las sombras de los perseguidos 
por los fantasmas conversos
impuros e inquietos,
son pasajeros involuntarios
que duermen los sueños injustos
sumergidos en el mar
de las horas irreflexivas.

Me sumerjo en las letras
buscando las palabras justas
que puedan pintar 
como es el alma
que injuria y agravia.

Invitando a las lágrimas 
a brotar insesantemente,
las que buscan alcanzarte
 y mientras te buscan
limpian los ojos, el corazón y el alma.

Es vivir con el ardor y la pasión
que buscan abrazarte
y despacito contarte
como la memoria ardia
sin saber nadar en el agua fría.

Antonio Encinas Carranza
De: LIma, Perú
D. R.


domingo, 11 de febrero de 2024

El mural de la pobreza

  El mural de la pobreza


Poema de Antonio Encinas Carranza



El pintor realista pinto,
un mural de la pobreza,
un boceto de la miseria,
un graffiti urbano,

Con trazos de indigencia,
las fue pintado con las penas 
que vivían ocultas
dentro del alma que moría.


No es una abstracción
de la realidad,
no es una visión
de la orfandad,
es el hambre real
que brotó en el campo
y escapó en silencio
y se asentó en la ciudad.

Pintando los umbrales
de los nacientes días,
de una vil felonía,
que sustrajo las pinceladas
 con los tristes colores
de la cruel realidad.

Fue tanta la pena
que el pintor no pudo
terminar su triste obra,
que quedó inconclusa
cuando se enteró
que los pobres nunca mueren
por que no tienen como pagar
un entierro decente.

El mural lo terminó con el niño
con las manos en los bolsillos
pero sin nada que guardar
para que se vaya acostumbrando
 a tenerlos vacíos.

Los zapatitos eran 
de un numero mayor
porque no encontró 
el numero que calzaban
sus pies pequeñitos.

El pintor no puso su firma
al no poder soportar la verdad
de tanto pintar a la pobreza
y el sufrimiento que lo rodea
y se sintió inconforme
con esta infame realidad.

Antonio Encinas Carranza