Soledad
La soledad es la soberana
Del reino que está lleno
De la más absurda oscuridad.
Donde el abandono es eterno.
Es el lugar donde la luz se anuncia
Y se esconde en la lejanía
Del silencio y de la triste melancolía
Que te persigue de noche y de día.
Del silencio y de la triste melancolía
Que te persigue de noche y de día.
Tras una persistente pendencia
Entre el silencio y la nostalgia.
Las añoranzas cargadas e penuria
Van camino a la dicotomía.
Las añoranzas cargadas e penuria
Van camino a la dicotomía.
Donde mueren los discursos mudos
Y los inconsecuentes recuerdos,
Que no pueden convivir en la vastedad
De la insufrible oscuridad.
Es el reino donde triunfa
Y enmudece la mente.
Y enmudece la mente.
Donde los sueños, las ilusiones
Y las fantasías son destruidas
Sin compasión ni misericordia.
Sin compasión ni misericordia.
El silencio es el rey
De quién todos se burlan de su ley.
De quién todos se burlan de su ley.
Es el que siempre calla.
Ante los gritos inmorales
Y las vociferaciones incongruentes
Que vocifera denuestos mudos
De las vilezas despreciables
De la ruindad perversa y canalla.
Que vocifera denuestos mudos
De las vilezas despreciables
De la ruindad perversa y canalla.
Es la soledad la que manda
Exige y ordena.
La que tiene un discurso
Que es un monólogo
Que es un monólogo
Monótono y aburrido.
Los enemigos de la soledad
Se reúnen y juntos combaten el abandono
Imponiendo la bondad ante la maldad
Enfrentado a la lealtad con la falsedad.
La soledad desesperada
Irritada y enfadada
Trata de claudicar.
Imponiendo la bondad ante la maldad
Enfrentado a la lealtad con la falsedad.
La soledad desesperada
Irritada y enfadada
Trata de claudicar.
Buscando que los vientos
Recojan el eco de sus denuestos.
Ella es un pozo lleno de miedos.
Que acosa y te embarga la desolación.
Donde el desamparo te produce dolor.
Es el encierro de la mente en un desierto.
Y el destierro es la tristeza del abandono.