Octubre se viste de morado
Es un mes con perfume de tradición.
Campanillas, música, turrón, cirios y sahumerio.
Es el mes del Cristo Moreno.
Las campanas del convento
Repican al dar las 12 del mediodía.
Las sirenas lanzan su ulular al viento.
Rebozan las calles de Lima, llenas de alegría.
Al vuelo se elevan cientos de palomas.
Formando una nube de matices policromas.
Lanzando vivas al viento retozan las místicas bombardas,
Entre aplausos, manos en alto y súplicas guardadas.
En el cielo se abren las puertas.
Un coro de ángeles entona salmos y alabanzas.
Los arcángeles tocan sus trompetas.
Los limeños renuevan sus esperanzas.
Abre sus puertas el Convento de Las Nazarenas.
Todo es alegría en la tierra y en las alturas.
El pueblo aclama y espera
Con hambre de emociones sentidas.
Sale el Señor de los Milagros.
Bendiciendo a los devotos.
Que esperan emocionados
Pidiendo salud y amor para todos los peruanos.
Se escuchan voces armoniosas,
Son las hermanas cantoras,
Delante van las sahumadoras,
Vestidas de morado y manto blanco.
Esparciendo mirra, sahumerio e incienso.
Los fieles acompañan al Señor de los Temblores.
Por las estrechas calles de Lima antigua.
¡Avancen hermanos! … anuncia el Capataz Mayor.
Con hambre de emociones sentidas y mucha unción
Cargados de una gran devoción
¡Avancen hermanos! se oye con fruición.
Limeños y limeñas acuden a la procesión
Cumpliendo promesas con unción,
Todos vamos con mucha devoción.
La procesión es una inmensa oración.
Lima está cubierta de virtud y felicidad
De fe, esperanza y caridad y mucha virtud
Para que nos haga dignos de su bondad.
Un río humano avanza con lentitud
Por las estrechas calles de la vieja ciudad.
Sobre las andas de plata va Jesús.
Los penitentes piden por sus hijos.
Una señora ofrece sus años.
Un hombre de ojos fijos pide luz.
Sobre las andas de plata va Jesús.
Los penitentes piden por sus hijos
Una señora ofrece sus años.
Un hombre de ojos fijos pide luz.
Bendito seas
Cristo de Pachacamilla,
