La boda de Marcelo y Pamela
Una boda es el triunfo del amor, es una bendición de Dios y Él es quién otorga la fuerza para sustentar la felicidad que debe existir en cada hogar, que a la vez se sostiene en el amor y este en la fuerza que os da el derecho y la razón.
Por lo tanto dejen que la felicidad ingrese y reine en el hogar y ríanse de los pequeños incidentes del día a día, diviértanse con cada hora o mejor con cada minuto que pase y con cada experiencia, rían, bailen y canten, que a nadie le importe, aunque les digan que están locos, porque la locura, a veces es una filosofía de vida y sorprende a la gente y estas se quedan con la boca abierta, yo he oído decir: míralos, deben estar locos, no tienen ni para comer, pero ellos son felices.
Bueno felices a su manera, pero felices al fin y al cabo y esto es la envidia de mucha gente, claro porque la felicidad en realidad es cordura, pero también tiene algo de locura, solo que mucha gente no lo entiende y los critican y a la primera locura que ven, salen corriendo, pero mejor, mientras mas lejos estén es mejor y que no vuelvan mas.
Cuando hallan inconvenientes no se dejen vencer por los pequeño problemilla que se puedan presentar, que siempre ocurren y cierren las puertas a esas personas que arrastran sentimientos malévolos como la envidia, egoísmo, odio, rencor, la venganza y los chismes y sobre todo a la soberbia que es la madre de todos estos engendros del mal y que con su cercanía busca destruir todo lo bueno, todo lo construido con tanto afán y esfuerzo y eso no da paz y tras lo logrado se retiran riéndose y tapándose la boca con las manos.
Por lo tanto les recuerdo que abran las puertas de par en par al amor, la confianza, la felicidad, la comunicación y el respeto; este es un nuevo camino, el que están emprendiendo y hoy día empiezan una nueva aventura que va a durar toda sus vidas, pero conforme vayan avanzando van a ir creciendo en sabiduría, enriqueciéndose con las experiencias que van adquiriendo, todo esto con la única intensión de lograr la felicidad,ojo: la felicidad se construye y es trabajo de ambos y una vez logrado, que esta sea para toda la vida y que Dios los bendiga para siempre, que yo desde mis rincones estaré siempre apoyándolos y Anita Boyer Seminario desde el cielo siempre los estará bendiciendo, de eso estoy seguro.
Felicidades en su unión Pamela y Marcelo y aquí les expreso mi deseo y el de mi familia de que sigan siendo felices por el resto de sus vidas.
Antonio Encinas Carranza