Fui un extraño
Sentado en un tejado
Alejado del suelo mundano
Donde transcurre el dolor humano.
Muy acucioso auscultando
Al viento que es mi hermano
Solo me acompaña el horizonte lejano.
Y el corazón agraviado y ofendido.
Alejado del suelo mundano
Donde transcurre el dolor humano.
Muy acucioso auscultando
Al viento que es mi hermano
Solo me acompaña el horizonte lejano.
Y el corazón agraviado y ofendido.
Lleno de heridas
Me subí a un tejado
Extrañando una ventura
Que quedó atrapada
Entre el tiempo y el viento.
Yo era un águila con el ala rota
Y las garras descarnadas
Que estaba esperando
Un ser racional.
Un ser racional.
Una hermosa alondra.
Con las alas al viento
Aterrizó en el tejado
y al verme lastimado
y al verme lastimado
con su amor curó mis heridas.
Me brindó su compañía y su consuelo
Durante varios días me entregó
su afecto y su amor
sin exigir nada a cambio.
su afecto y su amor
sin exigir nada a cambio.
Hasta que un día
Y sin decir nada
La humanitaria alondra
La humanitaria alondra
Abandonó el tejado.
Las heridas sangraron
Extrañando la ausencia
De la amorosa alondra
Los días tristes tornaron.
De la amorosa alondra
Los días tristes tornaron.
Autor: Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R.