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sábado, 2 de enero de 2021

Vano orgullo

 De soberbio a esclavo del amor

Vano Orgullo

De soberbio a esclavo del amor

Fui ganador en el juego
y desprecié el dulce amor
que me solían ofrecer,
amor del bueno y del otro.

Fui mimado, querido y engreído,
a la vez soberbio y altanero.

De todas fui fiel amigo,
más con ninguna tuve compromiso, 
ni llegue a novio o prometido.

Conocí mujeres voluptuosas, 
aventureras, seductoras, 
sofisticadas, divertidas, 
desinhibidas y espontáneas … 
pero muy atractivas. 

Más todo fue orgullo vano, 
todo era material, nada quedaba adentro, 
un corazón sin razón y un espíritu vacío. 

Hasta que te conocí. 
Mi última batalla contigo la perdí. 
fuiste mi derrota final, 
de esa vida informal. 

Contigo conocí el amor verdadero
me enamore de tus encantos, poco a poco,
de sus sonrientes ojos … ah, como me encantan.
De tus cejas partidas que enmarcan
alegremente su bello rostro, 
tu sonrisa y tu coquetería femenina,
tus sutilezas destrozaron mi resistencia,
terminé derrotado, dulcemente abatido y enamorado.

Pero jugaste conmigo y me gustaba tu juego
y llegue a suplicar y rogar por un poco de amor.
soy un sentimental prisionero, 
pagando condenas con siglos de castigo,

Puedo postrarme ante ti arrodillado,
solicitando o suplicando una mirada tuya,
o tu amor aunque sea de a pocos.

Adoro tu desprecio, ¿la verdad?
no me siento humillado.
Reconozco en ti, tu poder fascinante.
Eres mi reina … mi reina de corazones.

De: Lima, Perú
D. R.

viernes, 8 de noviembre de 2019

Yo no sé si te olvide

Yo no sé si te olvide

Nunca te olvidé

Yo no sé si te olvidé,
yo no sé si de verdad te quise,
yo no sé si algún día volveré a verte.

Solo sé que un día sin querer
me secuestraste con la mirada
y como rescate
mi alma entera te entregué.

Mas no quisiera que se detenga el mundo
para poder seguir respirando,
tampoco quisiera que nunca cierres los ojos
para poder seguir amando.

Solo sé que cuando tú dejes de sonreír,
 las plagas volverán a surgir,
las penas seguirán sin afligir
y la tiranía no dejará de existir.

Las tristezas profanas serán de los días,
la neblina inefable es del invierno.
Las tormentas compulsivas 
mueren en el desierto
y los enemigos del verano
 son las tortuosas lluvias.


Que me recordarán
que para que el amor exista
y la razón sea manifiesta
solo faltas tú para comenzar una fiesta.

De: Lima, Perú
D. R.