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sábado, 26 de octubre de 2024

Quiso ser sirena

  Quiso ser sirena 


Poema de Antonio Encinas Carranza


Ella era una joven mujer, muy alegre y divertida, además era soñadora, sin llegar a ser ilusa, todo su familia la quería, al igual que sus amigos por lo alegre que era, era una gran bailarina y le gustaban los bailes modernos, tenía varios pretendientes pero no aceptaba a ninguno, salvo a Milton un joven deportista que era de su confianza, con el que mas alternaba y todos creían que eran enamorados.
Mas Claudia era muy sensible y cuando tenía algún contratiempo o malestar emocional se desmoronaba y le invadía la melancolía, ella buscaba la soledad y se iba a la playa que tanto le atraía y se quedaba buen rato mirando al mar que al parecer la hipnotizaba, todo el ambiente marino la subyugaba, casi la embrujaba y la conducía a un estado de catarsis donde su imaginación la desbordaba y se veía nadando por alta mar, descubriendo islas lejanas y perdidas, también se sentía volar como las aves marinas y se alejaba de la orilla siguiendo a los barcos y a veces a las ballenas y se perdía en la alta mar y luego retornaba montada sobre algún delfín,
Pero lo que la subyugaba era bucear en el mar del que no quería salir, parecía que buscaba algo, hasta que lo encontró y fue un ser de las profundidades marinas.

Ella se enamoró del mar al ver en su basta inmensidad
lo maravilloso que era el océano y se quedo dormida,
mareada por lo que percibían sus ojos claros
claros como el cielo celeste del mar al medio día 
y mientras dormía
soñaba que era una sirena
y los delfines sus hermanos
y montándolos reía y gozaba
y los delfines dando saltos volaban
sobre el nivel del mar
y las olas los saludaban,
cansada de tanto jugar
se quedó dormida 
en al orilla del mar
y mientras dormía
le crecieron escamas
y soñó que estaba en una isla desierta 
alumbrada por la Luna
que le enseño a cantar
para seducir a los hombres
y fue un capricho del astro nocturno
que hizo que olvidara su pasado
y la llevó por un camino
donde encontró al amor
en un joven tritón
de cuerpo atlético
y muy trabajador
que al escucharla cantar lo sedujo
y el joven tritón le ofreció llevarla
al lugar donde vivía y ella aceptó
y conformaron un hogar
donde todos los días 
renacía la paz en medio 
de la quietud y el sosiego 
y se escuchaba la música
del amor con aires de libertad
la joven mujer no volvió a la costa, 
donde todos la recordaban
como la joven que cayó al mar
y este no devolvió su cuerpo.

Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R.

viernes, 4 de octubre de 2024

Yo no te puedo querer

 Yo no te puedo querer

Te deseo lo mejor

Poema de Antonio Encinas Carranza


En medio de la naturaleza, 
fue donde amanecimos, 
en un rincón totalmente inhabitado,.
desconocido 
y al despertar no supimos 
quienes eramos.

Desperté de un sueño 
confundido obnubilado 
y luego me aleje
casi sin despedirme.

Luego retorné
solo para despedirme
y decirte que deseo 
que se mantengan
vivos tus anhelos.

Que el eterno Sol
nunca deje de brillar
y alumbre tu camino
y cada paso que des
sean tus mejores decisiones
y que te lleven por el camino
mas luminoso.

Que alimentes el motor de tu imaginación 
y hagas de tus neurotransmisores, 
la caja de cambios y poleas que empujen
 a tus pies en el camino que te propongas.

Que se refuercen tus deseos,
que en las noches nunca te desveles
para que tus sueños 
y todas tus esperanzas
se hagan realidad
y entonces puedas 
vivir en paz.

Que tus sueños te alcancen en tu vida,
que al dormir te abracen 
y al despertar se hagan realidad
todas tus esperanzas
y vivan para siempre.

Que los sueños 
que aún faltan cumplir
hablaran siempre
 y alegren tus noches 
tus decisiones y tu vida.

Porque tu mereces un amor de verdad,
mereces un amor que te quiera
tal y como eres
despeinada al levantarte
y alborotada al acostarte.

Que aguante a tus demonios
que se ría con tus arrebatos
y que se acueste con tus mentiras
y se levante con tus verdades.

Eres guapa y complaciente
pero a mi no me llenas la vida
y para no arrepentirnos mañana,
mejor seguimos nuestros caminos.

Que tal vez después 
al volver a encontrarnos.
quizás de mi ya no te acuerdes
y si algún día te ví
ya no me acuerdo de ti.

Que misteriosos son los caminos
y quien mueve los hilos del destino
que confunden pasos
que nos conducen por los laberintos
del inestable corazón
y de los sentimientos.
 
Pero yo ... aunque quisiera,
no puedo
 ... yo no te puedo querer.

Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R.


domingo, 4 de agosto de 2024

La fuerza de las raíces

 La fuerza  de las raíces 

Poema de Antonio Encinas Carranza


Sentado a la fresca sombra
de su inmensa copa,
contemplando con orgullo
y entera satisfacción
el nidal de ovos incubados
en los dormideros de los polluelos
que pían alegres y a veces hambrientos
mientras admiran  el vuelo de las aves
que se sustentan en la maravillosa
fuerza de atracción de la gravedad
del planeta Tierra.

Sustentados en la fuerza de sus raíces
sustentados de los suelo,
aprovechando la tibieza
 del semblante de la tarde
y del verde horizonte
que se pierde en la distancia.

Con la compañía amorosa
de su concreta realidad,
eres el portento milagroso
que se sustenta en la fuerza 
de sus maravillosas raíces
sacados de la imaginación,
del fondo de las profundidades
abstractas de la mente.

También eres fuente de energía,
de condición natural,
de sabiduría eterna,
de amor y esperanza de vida,
 eres el ente creado 
por la madre naturaleza
para sorprender a todos
de su poder y fuerza.