Hubo un tiempo
en que siendo dueño de mis sueños
En ese tiempo te encontré
sola, triste y compungida,
bajo una garúa persistente.
Estabas sentada en una banca
de la estación del tren.
Al verte de lejos
me fui acercando
Sin dejar de mirarte.
me miraste, sin mirar
por unos segundos.
Luego me preguntaste
¿Cuál era el próximo tren?
"Que ese era el último",
te contesté.
Es el tren de la esperanza,
pintado de verde.
Entonces ... ¿tú eres?
... ¿El de mis sueños?
Me preguntaste
y me miraste con el semblante sereno
y me mostraste
tu mejor sonrisa
y con tu bella mirada
me transportaste hasta el más bello lugar
donde me abrazaste con tu ternura
y me besaste con tu dulzura.
Reconociste que yo era a quién esperabas
y abandonaste el ayer.
Al amanecer el sueño se materializaba
y cuando ibas a sacudir
los sueños
te dije: ¡ no, déjalo así!
y el sueño duró tantos años
que no hubo un final
sino muchos años felices.
Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R.
sola, triste y compungida,
bajo una garúa persistente.
Estabas sentada en una banca
de la estación del tren.
Al verte de lejos
me fui acercando
Sin dejar de mirarte.
me miraste, sin mirar
por unos segundos.
Luego me preguntaste
¿Cuál era el próximo tren?
"Que ese era el último",
te contesté.
Es el tren de la esperanza,
pintado de verde.
Entonces ... ¿tú eres?
... ¿El de mis sueños?
Me preguntaste
y me miraste con el semblante sereno
y me mostraste
tu mejor sonrisa
y con tu bella mirada
me transportaste hasta el más bello lugar
donde me abrazaste con tu ternura
y me besaste con tu dulzura.
y abandonaste el ayer.
Al amanecer el sueño se materializaba
y cuando ibas a sacudir
los sueños
te dije: ¡ no, déjalo así!
y el sueño duró tantos años
que no hubo un final
sino muchos años felices.
Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R.