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sábado, 15 de julio de 2023

Los días tristes

Los días tristes

Días  del recuerdo


Que tristes y melancólicos son los días,
pero más tristes son las infames noches
en las que el alma muerde a la angustia,
al notar como resplandece
el brillo de las estrellas
haciendo mas notable tu ausencia.

En la apartada soledad de la noche
las esperanzas mueren lentamente.
Las noches sufren y se llenan de angustias,
las que mueren lentamente pensando en ti.

Junto al mar reside el cielo.
En el cielo esta Dios.
En medio de la mística religiosa
reside el misterio del color de tu mirada.

Tan solo una mirada tuya bastaría
para calmar la angustia que no cabe
en todo el ámbito del poder del corazón
y la angustia de no poder tenerte.

Una sola de tus palabras bastaría
para calmar las penas que arrastra el alma
y curar los besos que en la tarde
se perdieron en la oquedad del silencio.

En la eternidad de la medianoche
y en la oquedad del silencio
nació la triste leyenda que no se podrá olvidar.
La historia que no dejará de palpitar
y que no se borrará de los corazones.

Pinta la melancolía sus colores sin armonía
enumerando los días de la triste agonía.
Miente el viento al rayar la mañana,
mientras tú sin ser viento
miente tu manera de mirar
que el tiempo no podrá borrar.

De: Lima, Perú
D. R.


lunes, 5 de septiembre de 2022

Te inventó mi soledad

Te inventó mi soledad

En mi soledad

Te inventó mi soledad
buscando compañía
en los días de la oscuridad
y del frío invernal.

Nací de un suspiro tuyo,
llevándome un poco
de tu ternura
y de tu sonrisa.

Ese día me parió tú alegría.
Tu sonrisa me amamantó
y tus ojos me amaron cada día.

Te arranqué un poco
de tus castos suspiros
y de tu encantadora sonrisa.

Hoy solo soy un suspiro
cuando te recuerdo
en mi absurda soledad.

En el frío y gélido invierno
los pensamientos vuelan
al sur de las esperanzas.

Y siempre regresan
para quedarse,
al salir el Sol.

Nacer en el atardecer
para morir al alba
es la herencia que me dejaste.

Sin pensar que todavía existo
y que tengo un corazón
que sigue vibrando
esperando que vuelvas
a mirarme otra vez.

De: Lima, Perú
D. R.

miércoles, 10 de marzo de 2021

El silencio de la nada

 

El silencio de la nada

Los gritos del silencio


En una noche llena de silencio
se escuchan los lamentos
y llantos callados
que arrastra el viento

Son los llantos oscuros
que se originaron
en las cosas vacías,
en los silencios callados,
en las miradas perdidas
en la sequedad de los ojos.

Son lamentos que se mimetizaron
en las cuevas de la noche,
en el eco de la montaña
en las huellas del desierto.

Es el pacto del mundo irreal
que domina y brota
del espectro universal.

Los gritos del silencio
son los gemidos que brotan
de los gestos que se dibujan 
en los rostros el dolor.
Son los hilos de la existencia
sujetadas a la conducta irreal.

Donde las denuncias
huérfanas de vida
van buscando las respuestas
allí donde el Sol muere cada día.
Entregando miserias
Olvidando rencores
Abandonando voluntades.

Los gritos del silencio 
es la entidad mayor
de la conducta irreal.
de la insuficiencia desleal.

Es la voz sin esperanzas.
es la justicia que no llega.
es el hambre del hombre
en el dolor del mundo.

Es la voz que calla
al perder las esperanzas.

De: Lima, Perú
D. R.


Hambre y miseria

He visto el hambre y la miseria

Poema a la pobreza

He visto tanta miseria disimulada
de hombres, mujeres y niños
que sonríen ocultando su dolor
y duermen con la angustia a su lado
sin saber que le deparará el destino.

He visto la miseria en su mayor disimulo
en los barrios encumbrados
de gentes que perdieron su fortuna
y no lo quieren aparentar.
Les interesa más el que dirán.

He visto el hambre caminar
por los pasillos de los mercados
buscando algo que llevar a la casa.
Una sola moneda no les alcanza
para alimentar a los suyos
mañana, tarde y noche
y todos los días.

He visto el hambre caminando
como zombis vivientes
por las calles de mi ciudad
buscando entre los desechos
del vertedero algo que comer.

He visto el hambre en ancianos
enfermos de demencia 
sufriendo el abandono
y muriendo lentamente
en las calles de las ciudades.

He visto la miseria desmedida
en casa de cartón
cerca a un cerro de basura,
rodeados de roedores. 
y moscas a montones

He visto la miseria
en los pasillos de los hospitales
pidiendo una limosna
para comprar medicamentos
que le recetaron días atrás.

He visto la miseria humana
de pacientes que están solos
en los días de visita al hospital
y que nadie se acuerda de ellos.

He visto la miseria en los días de visita
a los penales de mi región, 
amontonados en pabellones malolientes
donde se muere mas rápido
que condenados a muerte
que en las calles de la ciudad.

He sentido un golpe en la pierna
de algún mendigo pidiendo algo para comer
y de niños vendiendo golosinas
en alguna de las calles y avenidas
de esta fría ciudad
donde dizque estan protegidos.

He visto la miseria en los
pueblos alejados donde no hay
luz ni agua, ni servicios básicos
de salud y educación
y donde no cuentan las estadísticas.

He visto a los políticos
viajar a provincias 
solicitando los votos
en la miseria humana
y servirse de ellos
para obtener un puesto
y solo interesan cuando hay elecciones
y es cuando sus votos valen igual
que los de la capital.

He visto la pobreza y la miseria
en su mayor dimensión
en este país donde los políticos 
solo se preocupan de construir 
pistas en el centro de la ciudad
y represas sonse no las necesitan.

He visto tanta miseria
 que la lista la tengo que cortar
por ser tan largo 
el abandono social 
que solo Dios sabe cuando acabará.

Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú.
D. R.