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miércoles, 24 de julio de 2024

Lo que dejé por ti

 Lo que dejé por ti

Poema de Antonio Encinas Carranza

Solo fue encontrarte
y al conocerte
 quedé impresionado
con el impacto de tu belleza
y de tu divina personalidad
que me obligó a abandonar todo 
para seguircomo una sombra
tus delicados pasos.

Nada pudo detenerme,
lo dejé todo por ti y por seguirte
abandoné otros intereses,
fui tu sombra de día 
y también de noche,
fue un loco arrebato
impulsivo y energico.

Solo fue conocerte
para seguir tus pasos
para perseguir tu aroma
y mi sombra me abandonó,
seguí tu aroma
perseguí tus huellas
que dejabas en el camino.

Para motivarme,
mis fuerzas se incentivaron,
caminé sobre la arena caliente
y brazas ardientes
de un cálido desierto
y crucé puentes elevados
y arqueados.

Rompí barreras,
tumbe muros infranqueables,
anduve de día y de noche
fui tu sombra
Los caminos se espantaron
cambiaron su rumbo
y se fueron alejando
desconfigurando las ideas.

Te seguí como un niño
buscado la claridad
y la calidez del día 
y no tener miedo
de las sombras
de la noche
ni del frío del invierno.

Eras un espejismo 
que de lejos me sonreía
me acosaba, me perseguía
Olvidé los recuerdos
fue tu mirada el enzuelo
la invitación para seguir tus pasos
tu huella, tu aroma.
y tu sonrisa la carnada.
Por ti abandoné todo
y perdi la razon.

Hasta que por fin logré
conquistar tu corazón
y ahora se que el amor
que te tengo
es para siempre.

viernes, 16 de febrero de 2024

La inconstancia de los sueños

La inconstancia de los sueños



De los aspectos serenos
de la inconstancia de los sueños
de procedencia incompatible
que retozan y resurgen
plasmados en el tiempo.

Cuando amanece la Tierra
los sueños se parten en colores
y pintan la figura ideal
dormida sobre el mar.

Nada es real,
despiertas y nada ves.
Todo es irreal,
todo es espejismo.

Tocas lo que no ves
y los que ves se aleja,
imperterrito e imprivisible.
el tiempo nunca se detiene

Los sueños se estiran,
y se retraen
y nunca caen
ni se distorcionan.

Es la senda del inconciente.
Es el arcón donde se guardan
los viejos recuerdos
y los amores imposibles,
los de los sueños recurrentes.

Es la inmortalidad de los sueños
que sobreviven
al borde de las abstracciones
y de los pensamientos irreflexivos.

Los reflejos meláncolicos
de los pensamientos irracionales,
nunca se agotan, solo se estiran
y se hacen eternos y muchas veces
se convierten en pesadillas.

Antonio Encinas Carranza

Lima, Perú