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miércoles, 22 de enero de 2025

Migrantes

Caravana de migrantes

Poemas de Antonio Encinas Carranza


La oscuridad cierra los caminos
y la noche desorienta nadie conoce el camino
para todos es novedad
la noche oscura que cubre
el manto de los desiertos
nadie sabe para donde van
solo los hados intrépidos se atreven
porque tienen luz en los ojos
y una guía GMS en el cerebro
y al llegar la tarde
las nubes poco a poco
se van retirando
y van dejando
otro día atrás
falta poco para llegar
arrastran los sueños
de paz, amor y libertad.

La senda esta llena de fraguas ardientes
y de lunas frías, pálidas y obstinadas,
son tierras grises, áridas, sin vegetación,
y los migrantes caminan con los pies
llenos de esperanza,
migrantes del alma,
dueños de la marcha.

Llevan en su mente un mapa pintado con sueños,
con fe invencible la meta está en su mente
dejan atrás historias y raíces,
llevan consigo un mundo lleno de matices.

El río murmura su canto incansable
y con su música se torna en testigo
eterno del paso implacable.
La frontera es un eco que duele y separa,
pero el corazón se alza, nunca se detiene

En sus pies llevan la fuerza de un mañana,
en su espalda, la carga que nunca se aplana.
Cruzan desiertos, montañas y miedos,
tejiendo con lágrimas nuevos senderos.

Antonio Encinas Carranza

jueves, 26 de septiembre de 2024

Los días tristes

 Los días tristes 

Poema de Antonio Encinas Carranza

Cuando en sus interiores
le hablaba la tristeza
se desarticulaban las palabras
y destrozaban a las antípodas
de los días tristes y sombríos
que marchaban cabizbajos
macilentos y mientras llegaban 
en su interior mi alma triste 
y oscura le hablaba a la tristeza
y le pedía que perdonara,
que no dejara pasar el tiempo,
que no se cansara de esperar
y mientras esperaba, 
al oído le hablaba 
la sinrazón
y le pedía perdón
por los días grises,
por las horas rebeldes, 
por los tiempos tenaces, 
por los miedos contumaces 
y por las pasiones funestas
que le recomendaban 
que no dejara que la corriente 
de los ríos la arrastraran
y que se cobije con sigilo
en el interior de su insólita conciencia,
donde se encontraría seguro
y a salvo de la arbitrariedades
y de las malas intenciones
de los días tristes.

Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú
D. R.