Caravana de migrantes
La oscuridad cierra los caminos
y la noche desorienta nadie conoce el camino
para todos es novedad
la noche oscura que cubre
el manto de los desiertos
nadie sabe para donde van
solo los hados intrépidos se atreven
porque tienen luz en los ojos
y una guía GMS en el cerebro
y al llegar la tarde
las nubes poco a poco
se van retirando
y van dejando
otro día atrás
falta poco para llegar
arrastran los sueños
de paz, amor y libertad.
La senda esta llena de fraguas ardientes
y de lunas frías, pálidas y obstinadas,
son tierras grises, áridas, sin vegetación,
y los migrantes caminan con los pies
llenos de esperanza,
migrantes del alma,
dueños de la marcha.
Llevan en su mente un mapa pintado con sueños,
con fe invencible la meta está en su mente
dejan atrás historias y raíces,
llevan consigo un mundo lleno de matices.
El río murmura su canto incansable
y con su música se torna en testigo
eterno del paso implacable.
La frontera es un eco que duele y separa,
pero el corazón se alza, nunca se detiene
En sus pies llevan la fuerza de un mañana,
en su espalda, la carga que nunca se aplana.
Cruzan desiertos, montañas y miedos,
tejiendo con lágrimas nuevos senderos.
Antonio Encinas Carranza